MMS, difteria, y vacunas.

Texto escrito por Daniel Martínez

Este fin de semana leía, en la página personal de Josep Pàmies, que el caso del niño con difteria por no haber sido vacunado se podría haber tratado con su mezcla de sales milagrosa, el MMS (del inglés Miracle Mineral Supplement). Este MMS es una solución tóxica de clorito de sodio en agua destilada. Repito, tóxica. Lo que este señor y sus secuaces afirman es que, mediante este compuesto, pueden curar cosas tan dispares como la difteria, el ébola, la malaria, el VIH, el autismo y el cáncer (¡¡!!) y hasta el acné. Mejor dicho, no dicen que curan sino que eliminan al patógeno que causa dicha enfermedad. Vamos, lo que viene siendo curar. Y uno se pregunta qué bicho estará causando el autismo o el cáncer para que el MMS pueda ser eficaz también en esos casos.

El objetivo de esta entrada no es criticar el supuesto mecanismo de acción (si es que lo hubiera) de este compuesto, sino qué implica para el usuario de a pie el que haya personas que hagan caso de este tipo de bulos y mentiras, las cuales en última instancia no afectan solamente a uno mismo sino que además ponen en riesgo la vida del reto de personas a su alrededor. Porque seamos realistas, el no vacunarse y confiar en métodos peregrinos cuando uno tiene o puede tener enfermedades como ébola, difteria o la malaria nos hace potenciales focos de infección para la comunidad. La vacunación ha salvado a millones de personas desde que Edward Jenner creara la primera vacuna contra la viruela y se viera que tenía un efecto protector sobre humanos. Lo digo otra vez para que quede claro, millones de vidas salvadas. Millones. Entonces, ¿por qué si tenemos un método tan eficaz de evitar algunas de las enfermedades más mortales que existen, tendemos a intentar machacarnos la vida al adoptar comportamientos como el no vacunarnos?. Es como tener la opción de cruzar un abismo por un puente, o bajando y subiendo por el mismo con una cuerda hecha de juncos. Desde luego, una de las soluciones es mucho más segura.

Pero como ya he dicho, el no vacunarse no solo le afecta a uno mismo. No es que yo me vaya a caer por el abismo y partirme el cráneo. Es que al mismo tiempo tengo atados a mí a un número aleatorio de personas, y si yo caigo, ellos tienen la posibilidad también de caer. Igual que con la opción de no vacunarse. Hoy en día existen muchísimas páginas donde intentan asustar a la gente diciendo que las vacunas contienen elementos tan nocivos y tóxicos como aluminio, mercurio, o formaldehído. Pues sí, lo tienen, pero en cantidades que no producen daño al organismo. Parafraseando a Paracelso, el veneno lo hace la dosis, no la sustancia. ¿Es tóxico el aluminio, el mercurio y el formaldehído? Pues claro, pero solo si tomas suficiente sustancia como para que te produzca efectos negativos. Al mismo tiempo que la vitamina C, la cafeína o los hidratos de carbono pueden serlo si se supera la dosis pertinente. Hay muchos de los alimentos que tomamos a diario que tienen aluminio dentro de ellos, por ejemplo.

Ojo, no estoy diciendo que nos fiemos ciegamente de cualquier cosa que nos digan. La capacidad crítica siempre ha de estar presente. Pero para ambos lados del espectro, no me vale criticar solamente la presencia de estos compuestos en las vacunas, y omitir cualquier crítica a la propia crítica. El preguntarse si el aluminio o el formaldehído que contiene una vacuna es peligroso para uno es una pregunta totalmente legítima y que merece una respuesta. Hay numerosos estudios que demuestran que los riesgos, de haberlos, son extremadamente bajos incluso en neonatos. Como por ejemplo aquí. Lo malo de las críticas contra las vacunas es que abundan opiniones y no hechos, sobran argumentos de autoridad y faltan artículos en revistas con revisiones por pares. Lo que mueve al conocimiento y a la crítica son los hechos, no las opiniones. La verdad no es democrática.

Sin embargo, lo que voy a decir ahora sí es una opinión. No me gusta nada de nada leer a gente como el señor Josep Pàmies. Me parece gente que opina de una forma muy sesgada a unos intereses que ni me planteo descifrar, pero que claramente no es la curación de la gente. Cualquier cosa es criticable, hasta las vacunas, pero si se hace hay que realizarlo por la vía de la lógica y de la razón, no por la vía del miedo y de la conspiración.

MMS, difteria, y vacunas. comentarios en «8»

  1. Pues el seños Josep Pamies posiblementa sabe mucho más que tú, y no creo que haga sus críticas desde el punto de vista de la conspiración, sino de la razón argumentada. Las vacunas son un veneno que las farmacéuticas nos venden a precio de oro. Tutankamon o Matusalen vivieron largo y tendido, y sin necesidad de vacunas, ¿por qué hace 2.000 años no eran necesarias y ahora sí? Yo solo sé que la Bayer y Monsanto no existían hace 2.000 años. . .

    1. Veamos, respondamos por partes para que no nos perdamos.
      ¿Sabe el señor Pàmies más que yo? No lo sé, no he hablado con él. Por lo que me demuestra en sus textos, o bien sabe poco, o bien se lo guarda para no deslumbrar al mundo. Pero vamos, saber, saber, de biología básica sabe lo mismo que mi primo de 10 años o incluso menos. De química incluso puede que menos.

      «Las vacunas son un veneno…» Por favor, demuéstrame esta afirmación. Si quieres puedes ver este pequeño gráfico de las vidas que se han salvado gracias a las vacunas:

      http://blogs-images.forbes.com/matthewherper/files/2013/03/c6fb5feb7f1ee71b7e725277d30999161.jpg

      O esta también:

      http://www.epmonthly.com/whitecoat/wp-content/uploads/2010/11/Immunization-Vaccine-Effectiveness.jpg

      Sigo. «…que las farmacéuticas nos venden a precio de oro.»

      Vamos a ver, las vacunas tienen un precio, eso es obvio, pero ¿te has molestado en ver cuál es? Te dejo aquí un documento de la organización mundial de la salud. Y otro de Unicef. Además, si eres de este país, tienes derecho a un calendario de vacunas gratuitas.

      https://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=2&cad=rja&uact=8&ved=0CCYQFjABahUKEwic04nHhJTGAhUDEXIKHTVrAMc&url=http%3A%2F%2Fwww.paho.org%2Fhq%2Findex.php%3Foption%3Dcom_docman%26task%3Ddoc_download%26gid%3D29593%26Itemid%3D270%26lang%3Des&ei=fP5_VZylC4OiyAO11oG4DA&usg=AFQjCNHy1zEA6haeIHjEGlI_XLQgAEaIww&sig2=hBbkROMVB9hSyMNAqKPSYQ&bvm=bv.96041959,d.ZGU

      http://www.unicef.org/spanish/supply/index_57476.html

      Y terminamos.

      «Tutankamon o Matusalen vivieron largo y tendido, y sin necesidad de vacunas, ¿por qué hace 2.000 años no eran necesarias y ahora sí? Yo solo sé que la Bayer y Monsanto no existían hace 2.000 años. . .»

      Vamos a ver, que aquí ya te has meado fuera del tiesto varias veces. Lo primero, de ser verdad lo que dices, caes en la típica falacia lógica del «a mí me funciona», y solo ves casos particulares en vez del global. ¿Cómo que no eran necesarias antes? Simplemente es que no había vacunas disponibles, pero la peste y otras enfermedades similares son históricas.
      Y lo mejor de todo, ¿Matusalén? ¿de verdad me estás poniendo a esa «persona» como ejemplo? Y joder, ¡¡¿Tutankamon?!! Pero pero pero… ¡si vivió 13 años! ¿Eso es vivir largo y tendido según tú?

      Por supuesto, no os podéis morder la lengua y metéis a Monsanto hasta en la sopa instantánea.

  2. Hola Daniel, muy buen artículo. ¡Qué paciencia tienes! Es increíble que pongamos al Sr. Pàmies como ejemplo de conocimiento científico o de cualquier otro orden. Es un personaje que hace mucho daño con sus locuras y desvaríos. Echo en falta por la parte que te critica algún argumento más allá de la fe o el fanatismo.
    Creo que es obligación de todos los que de un modo u otro estamos en el mundo de la ciencia y/o la educación tratar de que las nuevas generaciones tengan un criterio basado en la información para poder valorar estas ideas irracionales que nos invaden últimamente. Ánimo y enhorabuena.
    Por cierto, que vaya nivel el de las personas que te atacan…uff!! ¿Tutankamon? Argumentos potentes de alguien preparado.

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