ULÛM es una plataforma de divulgación científica. Sus editores no solo se centran en la publicación de contenidos puramente técnicos, sino también en otros aspectos menos comunes en este ámbito, como por ejemplo la ciencia ficción, la pasión por descubrir, la historia de la ciencia y la crítica rigurosa.
El término habitual para designar la ciencia en árabe es ilm (plural ulûm), pero se distingue entre ulûm al-awâ’il (ciencias de los antiguos, o sea ciencias heredadas de la tradición indo-persa y griega, lo que comprende la filosofía, ciencias exactas y ciencias físico-naturales) y ulûm arabiyya (ciencias árabes, o sea todas aquellas relacionadas con la lengua árabe y con el derecho islámico).
Lo que poca gente sabe es que la primera aproximación moderna al método científico fue enunciada por primera vez por Abū ‘Alī al-Ḥaṣan ibn al-Ḥaṣan ibn al-Hayṯam (965–1040), conocido en la cultura occidental como Alhazen, que fue un matemático y físico musulmán reconocido por sus estudios sobre la luz y la visión humana. Es decir, ulûm al-awâ’il fue el primer nombre con el que la humanidad se refirió a la recién nacida ciencia experimental.
Muchos desconocen, científicos incluidos, que entre el periodo clásico griego y el renacimiento europeo, hubo un periodo de esplendor de la ciencia en el mundo árabe, lo cual permitió conservar el saber griego durante los oscuros años de la Edad Media occidental y propició su renacimiento posterior. Del siglo octavo al duodécimo, Bagdad fue el centro de la cultura mundial, del mismo modo que antes lo había sido Grecia. Entre los muchos intereses de los árabes estaba la astronomía, las matemáticas, la física y la medicina.
Lo que tampoco es muy conocido es que España, como territorio musulmán aún sin unificar, fue parte de ese entramado cultural mundial. Córdoba y Toledo fueron dos de los centros del saber mundial durante más de 200 años, contando Córdoba con una de las bibliotecas más grandes de la época, y Toledo con el astrónomo más famoso del mundo antiguo, Azarquiel, el cual inventó entre otras cosas el astrolabio universal.
Por todo ello hemos querido dar a la plataforma el nombre ULÛM, porque aquí no solo hablamos de ciencia, sino que rescatamos del olvido historias, generamos contenidos, sorprendemos con algunas cosas inesperadas, reivindicamos la cultura científica y, ante todo, mostramos el lado humano y pasional que hay tras la palabra ciencia.