Termina tu jornada laboral y te diriges a casa por un calle bien iluminada en mitad de un anochecer de invierno, abres el patio y pulsas el interruptor de la luz. Estas cansado y pasas de las escaleras, por lo que esperas pacientemente al ascensor, tras un breve trayecto te diriges a tu puerta, giras la llave y vuelves a pulsar un interruptor, para dirigirte después a la cocina, donde tras echar un vistazo a los víveres que aún te quedan en el frigorífico, te dispones a cocinar una sabrosa cena en tus relucientes placas de inducción. De repente, te suena el móvil y acudes raudo y veloz a coger ese aparato del cual no nos separamos, y que ahora, después de un largo día, está enchufado a la red para recargar su batería y permitirte seguir conectado a este mundo tecnológico. Y hasta aquí esta historieta mundana, la cual puede bien servir de ejemplo para mostrar hasta que punto la energía eléctrica está inmersa en nuestras vidas, poniendo así de manifiesto que todo lo que atañe a ella, ya sea su obtención, su precio o su comercializacíón, se convierten de inmediato en cuestiones de importancia sobresaliente a todos los niveles.
En los últimos tiempos está más de moda que nunca a causa de la escalada de precios que ha sufrido durante 2021 y los récords que se alcanzan cada dos por tres, de hecho, si no fuese por la pandemia todavía sería un tema más relevante. A parte del precio, y del mercado marginalista que lo regula, otros problemas subyacen en el tema energético; por un lado la contaminación y los gases de efecto invernadero emitidos en su generación, y de otro lado, la dependencia de terceros que tenemos para el correcto abastecimiento.
No quisiera extenderme demasiado, por que cada uno de estos puntos daría para un artículo en si mismo, o un libro incluso.
PRINCIPALES PROBLEMAS Y POSIBLES SOLUCIONES
Mercado marginalista
El sistema que se utiliza en Europa para establecer el precio de la luz, bajo mi punto de vista, no tiene ningún sentido en el contexto actual , y pone al gas en el punto de mira, pues es el responsable último de la escalada de precios. El precio se establece por horas, en cada hora existe una determinada demanda de energía, la cual se va cubriendo, en primer lugar, escogiendo la fuente que ofrece un precio más barato. Una vez agotada la oferta de esa fuente, se intenta completar la demanda con el siguiente más barato, y así sucesivamente hasta que se termina por cubrir toda la demanda. Cuando se logra cubrir toda ella, se establece el precio, el cual siempre será para todo el conjunto igual al precio de la última tecnología en entrar, es decir, la más cara y que siempre es el gas. Esta fuente ha aumentado mucho su precio en los últimos tiempos, arrastrando así al precio global de la luz , a pesar de que fuentes como la eólica son muchísimo más baratas. Es algo así como si yo voy a comprar 1kg de fruta, la que sea. Cojo los 600g de manzana (no quedan más )a euro el kilo , luego cojo 350 g de peras (no quedan más) a 1’5 euros el kilo, y para completar ese kilo de fruta voy a por 50g de fresas, que cuestan 4 € el kilo. Luego pago por ese kilo de frutas variadas 4€, que es el precio de las fresas
Aquí os dejo una explicación más extensa.
Bien ¿y como solucionamos esto para poder tener unos precios más justos? Lo lógico sería cambiar este método de asignación de precios ¿verdad? Si, verdad, pero no van por ahí los tiros, por qué eso son «cosas de palacio» y, hoy por hoy, es una utopía. Otra opción sería generar energía desde las fuentes más baratas hasta el punto de poder cubrir con ellas toda la demanda, sin tener así que acudir al gas en última instancia. Es decir, implantando masivamente fuentes renovables de energía.
Dependencia energética
Tanto España como el conjunto de la Unión Europea son muy dependientes en la cuestión energética, es decir, una gran proporción de la energía que utilizamos la debemos importar desde otros países para satisfacer al completo nuestras demandas. Esas importaciones pueden ser desde otros países de la Unión, pero sobretodo son desde terceros, como son los países de Oriente Medio, Argelia, Noruega, Estados Unidos y Rusia. Esto sucede por que la Unión consume mucho, pero sin embargo no tenemos reservas propias de gas e hidrocarburos, que son los recursos que importamos de los países citados. Es decir, nuestra economía y nuestra vida gira entorno a la disponibilidad de energía suficiente, pero sin embargo dependemos de terceros y por tanto mostramos una fragilidad y una vulnerabilidad extremas.
Creo que no hace falta mas explicación para darnos cuenta de que la UE, y España como uno de los países más dependientes de todos (entorno al 70% en 2019), tienen aquí un problema geopolítico importante ¿y qué podríamos hacer para no depender de terceros si no tenemos reservas de esos recursos naturales? Pues buscar otros, evidentemente. Y esos otros pasan sobretodo por el Sol y el viento, cosas que si tenemos. Es decir, implantando renovables masivamente, para así poder aprovechar lo que tenemos y no depender de los caprichos de otros.
En este punto España podría sacar mucha tajada, pasando de ser un país super dependiente a ser un país, autosuficiente y puntero en la cuestión, pues a parte de tener muchas horas de Sol también tenemos un potencial eólico muy elevado, y es que nuestra posición en el globo y nuestro relieve nos favorecen mucho en esta cuestión.
Contaminación y cambio climático
A estas alturas creo que ya no hace falta discutir el hecho del cambio climático, de todos modos, si pensamos en toda la actividad que el ser humano tiene diariamente a lo largo y ancho del globo, es casi un acto de fe pensar que eso no va a tener ningún impacto en la atmósfera. Creo que tampoco hace falta explicar que el principal factor que induce al cambio climático son las emisiones de combustibles fósiles a la atmósfera desde las diversas actividades que los humanos llevábamos a cabo, siendo el uso de la energía ( GEI). El consumo de energía es la principal fuente de emisiones, alrededor de un 77 % según el Sexto Informe del IPCC , pues la mayoría de ella a lo largo y ancho del mundo proviene de combustibles fósiles como son el petróleo, el gas y el carbón , y que son por tanto muy responsables de ese aumento de alrededor de un grado que los humanos hemos inducido en el clima desde los niveles preindustriales.
Es preciso comentar que la tendencia a nivel mundial apunta hacia un mayor uso de las renovables, y países como China están apostando muy fuerte por ellas, si bien es verdad que la demanda creciente de energía hace todavía necesarias otras fuentes menos limpias como el carbón. Apuntar también que aquí en España, durante el año 2021 y según los datos de Red Electrica Española, la fuente de energía que más aportó al mix energético en el conjunto del año fue la eólica, con una cuota del 23 % sobre el total, y parece que los esfuerzos van a ir encaminados a que estas cifras se superen en los próximos años.
No me quiero explayar más sobre un tema sobre el cual se podría hablar horas, por lo que voy a concluir al igual que he terminado los puntos anteriores, con una pregunta ¿y que podemos hacer para producir energía sin tener tanto impacto en el clima? Pues evitar los combustibles fósiles y producir tanta energía como podamos desde fuentes más limpias, es decir, implantando las energías renovables de forma masiva.
IMPACTOS Y PROBLEMAS DE LAS FUENTES DE ENERGÍA RENOVABLES
Revisando los tres puntos anteriores pudiera parecer que las energías renovables son la panacea, pero lógicamente la gran mayoría de las cosas de este punto, por muy buenas que parezcan a priori, tienen algún punto en contra. Es cuestión de hacer balances y ver que es lo que más conviene.
Desde mi punto de vista, el principal problema que tienen las tecnologías de energía renovable es la necesidad de ocupar el territorio, y si realmente queremos producir mucha energía de manera «limpia», la ocupación debería ser muy grande. Esto, de no llevarse a cabo con criterio podría acarrear graves problemas paisajísticos e importantes atentados a la biodiversidad, cuestión que ya ha sido puesta de manifiesto por grupos ecologistas. Os dejo un enlace a esta noticia de EL PAIS, para que veáis por donde van los tiros en este sentido. Otro problema, tiene más que ver con la justicia social, y es que las renovables más allá de su instalación y desmantelamiento, requieren muy poca mano de obra. Por ello su energía es más barata, y también por ello no dejan mucho trabajo en los municipios cuyos terrenos se utilizan. A este respecto también hay muchos municipios que se oponen a que se utilice su suelo para estos fines, pues no creen obtener ningún beneficio, pero si tener un perjuicio paisajístico y la ocupación de sus terrenos. Os dejo esta otra noticia de EL MUNDO, en el que se expone la problemática desde el punto de vista vecinal.
MI OPINIÓN
Bajo mi punto de vista, si no cambiamos nada, nada va a cambiar. Obvio. Lo que quiero decir es que si queremos unos precios justos, ser independientes y no ensuciar ni alterar en demasía los patrones climáticos, debemos hacer cambios a la altura de esos objetivos, lo que por supuesto llevará implícito hacer sacrificios y aceptar cambios muy importantes. Habrá quién piense que si los cambios son muy importantes quizás seria mejor no hacerlos, pero es que creo que son necesarios, y para colmo, tenemos poco tiempo. Puede que el alza de los precios cambie de tendencia, pero manteniendo el sistema y el mix energético actual, otra subida es posible y probable, y nuestra economía no está para estos envites en algo tan delicado como la energía. Qué nadie piense tampoco que la independencia energética es algo sin importancia, es más, diría que es vital el no depender de la geopolítica internacional, la cual es caprichosa, cambiante y muy incierta. Y por supuesto que nadie piense que si el clima se sigue calentando nuestra agricultura y ecosistemas actuales van a seguir siendo los mismos. Todos estos elementos me parece que nos hacen extremadamente vulnerables y por tanto nos urge trabajar en su fortalecimiento.
Decir que me pasó muchas horas en la montaña, y cuando pienso en estas cosas me da cierto pavor imaginarme instalaciones energéticas por doquier, pero lógicamente la transición hay que hacerla con criterio, teniendo la defensa del medioambiente por encima de todo. Existen leyes de protección de espacios naturales, leyes para la evaluación de impacto ambiental, se ha de saber que la existencia de un proyecto no implica que se vaya a aprobar, en definitiva, hay recursos para proteger los ecosistemas. Por supuesto, aquellos municipios y propietarios afectados deberían ser compensados.
Para concluir, diré que algunas de las claves para llevar a cabo esto de forma sensata pueda ser el fomento del autoconsumo y la utilización de espacios ya degradados, como son los terrenos agrícolas. No veo problema en imaginar aerogeneradores o placas solares entre almendros, viñas, olivos, naranjos o girasoles, siempre y cuando se cumplan las leyes y se compense como proceda.
Alguno estaréis echando en falta que hablemos de almacenamiento de energía en renovables y de nuclear, temas sin duda claves e interesantes, pero que dejaremos para otra ocasión, pues aquí solo pretendía argumentar mi opinión general al respecto.
Salud y virtud
Referencias
1-https://elordenmundial.com/la-inseguridad-energetica-de-la-union-europea/
2-https://ec.europa.eu/eurostat/databrowser/view/T2020_RD320__custom_1876596/default/bar?lang=en
3-https://elordenmundial.com/la-inseguridad-energetica-de-la-union-europea/
5- https://elements.visualcapitalist.com/visualizing-chinas-energy-transition/
7- http://www.globalcarbonatlas.org/es/CO2-emissions
Julián Chaves Naharro. Licenciado en Ciencias Ambientales en la Universidad de Valencia, Máster en Ingeniería hidráulica y medio ambiente por la Universidad Politécnica de Valencia y especializado en la gestión, restauración y conservación de cuencas hidrográficas, donde realizó una tesina sobre el cálculo de emisiones de gases de efecto invernadero en incendios forestales. Comenzó su actividad divulgadora con su blog personal “El Ambientoblog”. Deportista, agricultor, divulgador, montaña en vena, muy energético, algo subversivo y ciudadano del mundo.