Falacias lógicas, parte V

Texto escrito por Dani Martínez

Y llegamos a la quinta parte de la recopilación de las falacias, que podemos titular “la falacia contraataca”. Le estamos metiendo un varapalo tremendo a los argumentos falsos y éstos nos quieren devolver el ataque de formas nuevas y variadas, para intentar confundirnos todavía más. Pero ya les quedan pocas armas, así que vamos a intentar darles una de las últimas estocadas y devolver el equilibrio a la fuerza… pero de la verdad y la lógica.

Afirmación del consecuente (ad consequentiam)

Es un tipo de falacia clásico, en el que sacamos conclusiones a partir de deducciones equivocadas de las premisas. Sigue esta regla sencilla:

A implica B.

Tenemos B, por lo tanto tenemos A.

Esto es una deducción que indudablemente nos va a llevar a muchos errores graves. Hay muchísimos ejemplos bastante simples que sirven para ilustrar este tipo de argumentación falaz. Por ejemplo.

Nieva, por lo que hace frío.

Hace frío, por lo que nieva.

Mientras que la primera es cierta (según el nivel de sensibilidad del frío que tenga cada uno, claro), el segundo puede no serlo. Es decir, sacamos conclusiones a partir de una premisa porque confundimos la direccionalidad de la lógica.

Falacia circular

Este es un tipo de falacia al que es relativamente fácil caer a veces. Partimos de una conclusión, realizamos un proceso de lógica circular, y como llegamos a la misma conclusión, presentamos dicho proceso como una prueba de lo que queremos decir. Quizá pueda sonar algo lioso de principio, pero la fórmula básica de estos razonamientos es algo así:

A es la demostración de B; B es la demostración de A

Como ejemplo, podemos tomar directamente uno muy fácil de digerir, sacado de un cómic llamado Dilbert:

 Dilbert-185151.strip_

La traducción sería algo así:

– ¿Cuál es la clave del éxito?

– ¡Contratar a los empleados adecuados!

– ¿Cómo sabes que contrataste a los empleados adecuados?

– Lo sabes porque el negocio tiene éxito.

– Entonces, ¿la clave del éxito es el razonamiento circular?

– ¡Claro! Porque el razonamiento circular es la clave del éxito.

Cum hoc ergo propter hoc

Bajo esta frase en latín se esconde un tipo de falacia clásico y bastante extendido también. Significaría algo así como: ‘con esto, por tanto a causa de esto’, y viene a decir que se hacen asociaciones entre dos sucesos simplemente porque suceden en un mismo marco temporal. Ejemplos de este tipo de falacia los tenemos día a día, y en especial hay alguno que me sigue escamando bastante, relacionado con videojuegos. ¿Cuántas veces habremos escuchado, en los telediarios que se emiten en cadenas nacionales, que los videojuegos incitan a la violencia? Muchas veces, se asocian casos de violencia aislados con la presencia en el mercado de videojuegos de corte bélico (ponga aquí su preferido, los hay para dar y tomar). Y sin embargo, no hay aún evidencia inequívoca que relacione ambas variables. Sin embargo, todos los años suceden campañas de desprestigio en contra de éstos utilizando este tipo de argumentos falaces.

Post hoc ergo propter hoc

Sí, efectivamente, este está relacionado con el anterior. Ahora no es simultaneidad de actos sino que uno vaya seguido de otro, de ahí la parte ‘post hoc’, que quiere decir ‘después de esto’. Lo que viene a decir es que sucede primero A, y después B, por lo que se deduce que A ha causado B solo por el hecho de haber ocurrido previamente. Y eso puede ser completamente falso. De hecho, puede llegar a ser tan absurdo que uno no puede creer que realmente se cometa este tipo de falacias, pero también son bastante habituales.

Ejemplo al canto:

El gallo canta antes de la salida del sol. Por lo tanto, el canto del gallo provoca la salida del sol

No me imaginaba yo que los gallos tuvieran tanto poder, oiga. Pero si usamos un ejemplo más real y habitual seguro que os sorprendéis de haber caído alguna vez sin haberos dado cuenta:

Mi vecina fue a una sesión de bioneuroemoción con plus de reiki, y ahora ya no tiene ese tremendo dolor de espalda que tenía antes

Es un ejemplo mezclado con el “a mí me funciona”, pero que pasa todos los días y en todos los ámbitos. Creemos que porque dos cosas ocurran de forma secuencial, una es debida a la primera. Como los perros de Pavlov.

Y con esto acabamos la ración de hoy de falacias argumentales. Hoy, además de haber aprendido a defendernos un poco más de argumentos falsos, también hemos aprendido algo más de latín que tampoco está nada mal. Y es que hay algunas falacias tan antiguas como las batallas acontecidas entre los Jedis y los Sith. Así pues, mis padawans, que la fuerza sea con vosotros.

PD: aquí tenéis las entradas anteriores, malditos proyectos de Jedi, que no se entere Yoda.

Parte I
Parte II
Parte III
Parte IV
Parte VI

1 comentario en «Falacias lógicas, parte V»

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