Entrevista a Neil deGrasse Tyson: La NASA

.La siguiente entrevista. realizada por Don Cohen, apareció en la revista Ask de la NASA durante el verano de 2008.

Cohen: ¿De qué manera la Nasa afecta a su trabajo como director del planetario?

Tyson: De dos maneras fundamentales. Una se relaciona con el apetito público por el cosmos, estimulado por descubrimientos y misiones conducidas por la Nasa. Como tiene pocas instalaciones en el noreste –muy pocos saben sobre el GISS (Instituto Goddard de estudios espaciales)- no hay presencia directa en los corazones ni en las mentes de los neoyorquinos. Para muchas personas el centro Rose para la tierra y el espacio, y el planetario Hayden son lo más cerca de lo que ellos estarán de la Nasa en esta región del país. Así que monitoreamos las misiones de cerca y diseñamos con frecuencia programas acerca de la ciencia de la Nasa.

Cohen: ¿Cómo por ejemplo?

Tyson: Hace poco tuvimos nuestra mesa redonda anual Isaac Asimov sobre Mining the sky y también sobre qué hacer con los recursos naturales del espacio en el ámbito científico, cultural, moral y ético. Tuvimos a un ingeniero del Centro Marshall de la Nasa, Curtis Manning, quién se especializa en el uso de los recursos in situ. Estuvimos con Cassie Conley, directora del grupo de protección planetaria de la Nasa, para hablar sobre lo que significa ir al espacio en busca de recursos, y el apoyo a las actividades localizadas en el espacio y también para las de regreso a la tierra. Además, tuvimos a un geólogo minero para conectar a todo el mundo a la tierra, literal y figurativamente.

Cohen: ¿De qué otra forma la Nasa se conecta con su trabajo?

Tyson: Solicitamos apoyo monetario a la Nasa para los programas que ejecutamos. Nuestro programa más visible financiado por ellos es el espectáculo espacial. Antiguamente, el director del planetario se paraba con un micrófono y enumeraba las constelaciones visibles durante la estación. Eso ya no se hace, y no se debería hacer. Sabemos tanto sobre el universo, y además es tan dinámico, amplio y profundo, como para creer que señalar objetos en el cielo nocturno es astronomía. Así que  identificamos varios objetos cósmicos y llevamos al espectador a esos lugares visualmente. Hemos disfrutado del apoyo de la Nasa para cada uno de los espectáculos que hemos producido durante los últimos ocho años.

Cohen: ¿Cómo caracterizaría la respuesta del público hacia la Nasa?

Tyson: Las personas, en general, dan su apoyo completamente. Y los que se quejan de la ciencia y del espacio no tienden a visitarnos.

Nuestros visitantes son una elite seleccionada, por supuesto, pero los números han aumentado. Tenemos familias, niños, visitantes internacionales. Les mostramos el universo tal como es y la manera en que encontramos nuestro lugar en él. Les damos un contexto. Principalmente estamos vinculados con las ciencias geológicas, antropológicas y arqueológicas. Pero el contexto es importante cuando alguien dice: « ¡Vamos al espacio!», y otro responde: « Bueno, ¿Pero por qué?».

Cohen: El contexto importa porque…

Tyson: A menudo el por qué no es aquí está la respuesta. El por qué es: Aquí está el paisaje en el que se desarrolla esta actividad. Una vez que comprenden el paisaje, es evidente el  por qué estamos fomentando estas actividades.

Cohen: ¿Qué tipo de efecto genera la NASA personalmente en usted?

Tyson: Yo nací la misma semana en que se fundó la NASA, así que tenemos la misma edad y sentimos algunos de los mismos dolores, alegrías y frustraciones. Pero el programa Apolo no ha tenido ningún efecto en mí.

Cohen: ¿Por qué no?

Tyson: Porque los astronautas eran pilotos militares, tenían sus equipos técnicos y su piel era un poco más clara que la mía.  Esa no fue una aventura que me considerara como uno de sus participantes, así que no me puedo considerar como uno de ellos. No es que no aprecie lo que la NASA estaba haciendo. Estaba tan emocionado como la persona que después pusimos en la luna. Fue una hazaña de la ingeniería, una proeza tecnológica. Es sólo que no influenció mi ambición de convertirme en científico. Mi interés surgió de algo completamente alejado de eso.

Cohen: ¿De dónde surgió?

Tyson: Desde mi primera visita al planetario Hayden, en donde vi el cielo nocturno como nunca antes, inimaginable en realidad. Como crecí en el Bronx estaba seguro de que el cielo nocturno eran sólo ocho estrellas, diez en una buena noche – no las miles que ellos me mostraron. Pensaba que era una broma. Un par de años después, miré con binoculares y el universo se veía muy diferente de cómo se veía con los ojos desnudos. Me di cuenta de que tal vez lo que estaba viendo desde el Bronx no era real. La NASA estaba yendo a la órbita terrestre baja, a la luna y de vuelta. Mi interés era forjado por el universo a gran escala.

Cohen: En 1968, más o menos un año antes del alunizaje, escuché una charla de Fred Hoyle (astrónomo) en la cual dijo que la exploración espacial era buena, pero que nunca reemplazaría la observación a través de un telescopio.

Tyson: A menos que sepas cómo llegar al lugar que observas por el telescopio. Creo que está en lo correcto al pensar en el universo a gran escala, pero apuesto a que él no se habría imaginado lo que averiguaríamos de nuestro propio sistema solar a partir de pruebas espaciales que han ido tan lejos como Saturno. Ahora sabemos que las lunas son, en muchos sentidos, más interesantes que los planetas. No creo que él pudiera haber imaginado eso en su época. Así que los viajes espaciales están reemplazando a los telescopios. Nadie dice: «Dame una vista telescópica de Saturno». No, sólo llamamos al Cassini y preguntamos: « ¿Qué tienen para nosotros hoy?» Así que Hoyle estaba en lo cierto a la mitad.

Cohen: ¿Cuál piensa que debería ser nuestra inversión en relación a la robótica y a la exploración humana espacial?

Tyson: Cumplo dos roles. Como científico puro diría que sólo enviaran  robots. Ya que por cada astronauta, podrían mandar diez o más robots a diez lugares diferentes. Muy pocos científicos, dada esa opción en específico y con el costo de ambos, estarían de acuerdo con que enviaran personas en vez de robots. Pero también dedico una buena parte de mi vida profesional a la  interacción con el público. Soy un educador público y un científico público. En esa posición, diría que no existen dudas de que la exploración humana del espacio no tiene sustituto. Nadie nombra a las preparatorias detrás de los robots.  Dicen: «Observen la interesante demostración de los Mars rovers». Eso es innegable, pero retrocedamos cuarenta años. Hubo misiones robóticas a la luna, ¿Alguien las recuerda sin que haya estado involucrado directamente? Por supuesto que no, porque las personas iban a la luna.

No hay ningún sustituto para la emoción de tener a uno de los tuyos explorando, sin ninguna referencia a alguna meta científica específica. Lo hemos estado haciendo desde el comienzo, y no veo ninguna razón por la que no queramos continuar. Para muchas personas, es la motivación de la exploración del espacio, porque podemos explorar a través de los ojos de alguien que puede experimentar, sentir y emocionarse. Las personas critican la pelota de golf que fue golpeada en la luna, pero yo lo celebro porque es algo que un humano haría. Un robot sigue tus instrucciones; los humanos pueden ser un poco más traviesos ahora y en esas situaciones. Cuando envías a uno de los tuyos, puedes rastrear a esa persona y preguntar: « ¿A qué escuela fue? ¿Dónde nació?». Habrá encabezados sobre ellos, y cada capítulo de sus vidas pasadas será capturado y celebrado por la prensa. Crearán modelos. Los robots no lo hacen.

Si queremos que una nación tenga ambiciones en la exploración espacial, tenemos que enviar humanos. Así que si me encuentran en un día científico les diré que dejen a las personas en su hogar. Pero entonces en una vuelta a la realidad diré que necesitamos tener personas alcanzando las fronteras de la exploración espacial. Porque eso hace los titulares. La historia lo ha demostrado y el futuro lo confirmará. No podemos comparar los rovers con misiones de transbordadores; esa no es una buena comparación. Cuando pasamos el tiempo conduciendo alrededor de la manzana,  o sea, cuando una misión no es más ambiciosa que la anterior, los titulares no la siguen- a menos que haya algún desastre como el Challenger y el Columbia. Tenemos que comparar los Mars rovers con la exploración humana de algún lugar en donde los humanos nunca han estado. Entonces adivina quién tendrá los encabezados.

Cohen: En uno de sus ensayos en Death by Black Hole, dice que los robots son buenos sólo en encontrar lo que sabes que estás buscando.

Tyson: Creo que un robot puede encontrar algo inesperado pero, sí, es cierto que programas a un robot para algo que esperas ver. Lo programas para trepar sobre un tipo de roca en particular, para mirar en cierta banda espectral, para excavar de cierta forma. Algo completamente inesperado podría pasar desapercibido.

Cohen: ¿Cuál cree que ha sido el logro más significativo de los primeros cincuenta años de la NASA?

Tyson: Las personas suelen decir que fue el alunizaje. Yo lo diría de una manera diferente. El logro más significativo fue decir que pondríamos a alguien en la luna, y luego hacerlo. Creo que eventualmente habríamos puesto a alguien en la luna, pero decirlo y luego hacerlo habla de un alto nivel de ambición. De alguna manera, el alunizaje fue la parte fácil. Lo que tuvimos que hacer para llegar a ese punto fue la parte difícil. La misión Mercury y la misión Gemini fueron pasos hacia el alunizaje: un astronauta, dos, tres, la caminata espacial, el acoplamiento- todos ellos fueron terrenos de prueba. Ahí es donde la  polinización cruzada de varias disciplinas de la ingeniería llegó. La ingeniería aeroespacial, la ingeniería material, los científicos se unieron en una sola mente. No sucede muy a menudo en proyectos pequeños, y mucho menos en los más grandes, y menos en los que son mandados por una agencia gubernamental. Creo, sin duda, que ese es el logro más grande.

Cohen: ¿En qué le gustaría ver a la NASA comprometida a continuación?

Tyson: No soy tan ingenuo como para pensar que sólo porque fuimos a la luna iremos automáticamente a  Marte. Lo que arrojó el alunizaje fue un flujo de dinero acorde con los tiempos de guerra, porque estábamos en guerra con la Unión Soviética.

Cohen: La NASA obtuvo el 4% del presupuesto federal en ese entonces.

Tyson: Ese fue un presupuesto de guerra, y cuando estamos en guerra gastamos dinero. Creo que el reto más grande ahora es preguntarse qué más puede conducir el desembolso del dinero. Uno de los mejores conductores es el aumento de las riquezas. Creo que el turismo espacial, que durante un tiempo fue considerada una actividad al margen, podría ser la fuente más importante de capital para el futuro de la exploración espacial. Sí, el trabajo de un gobierno con previsión es invertir en donde los mercados capitales aún no lo han hecho, pero el gobierno necesita abrir esos senderos para que otros puedan crear el mercado, al permitir que los viajes espaciales se conviertan en una rutina.

Cohen: Estamos comenzando ese proceso.

Tyson: Se puede oler en el aire. Los inversionistas que están en eso (XPRIZE, Space X) tienen como meta hacer la exploración espacial lo suficientemente barata como para atraer a los turistas. Una vez que tengamos una industria, invitas a la competencia que seguirá llevando el precio a la baja y creará mayores oportunidades. Soy un gran partidario de esa idea. Creo que muchos futuristas de la era del Apolo fueron ingenuos. Casi todos ellos dijeron cosas como: «Ahora estamos en la luna, somos exploradores, somos descubridores. Marte es el siguiente. Estaremos en Marte por 1985». Hay que volver a la realidad, por favor. Alguien está financiando esto. ¿Quién? El congreso. ¿Por qué? Por los comunistas. No fue porque el Congreso pensara que la exploración es una gran cosa por hacer.

De hecho la historia de la exploración a través de las naciones y del tiempo no es una en donde las naciones dijeron: «Vamos a explorar porque es entretenido». Fue una de «Vamos a explorar porque así podemos reclamar tierras para nuestro país, y podremos abrir nuevas rutas de comercio; vamos a explorar porque así nos volveremos más poderosos». Nunca fue «Vamos a explorar para entender mejor la ciencia». Desearía que fuera así, pero no hay historias sobre eso. Tal vez los mismos exploradores se sintieron de esa manera, pero alguien tenía que firmar el cheque, y las personas que lo firmaron no compartían esas filosofías.

Cohen: ¿Existen buenas maneras de mostrarle al público el valor de la NASA?

Tyson: Creo que una de las mejores maneras de evaluar el valor de una agencia para una nación es hacer el siguiente experimento: pregúntale a las personas cuánto dinero creen ellas que una agencia recibe. Cuando lo haces con la NASA, ellos creen que es algo así como el 10% del presupuesto federal. Entonces dile a las personas cuánto es en realidad. La relación de esos dos números es el impacto de la lupa en cada dólar gastado. Así que el hecho de que todos piensen que el presupuesto de la NASA es de diez a cincuenta veces más grande de lo que es, te dice  qué tan fructífera es la Nasa en lo que hace. Eso debería ser celebrado. Si la NASA es tan visible que la gente piensa que es el 10% del presupuesto federal cuando en realidad es seis décimas de un porciento, alguien está haciendo bien su trabajo. Debería haber un índice del gobierno que clasifique a las agencias por la cantidad de dinero que la gente piensa que están obteniendo, creo que la NASA encabezaría la lista. El público necesita comprender algo más que las derivaciones tecnológicas. Creo que se ha hablado demasiado de esas derivaciones.

Cohen: Aunque las personas no sonconscientes de que la NASA ha desarrollado muchas tecnologías útiles.

Tyson: Eso es cierto, y esa historia debería ser contada sin importar nada. Pero creo que la NASA tiene una historia más grande, una más noble que contar. La exploración y la investigación dirigida por la NASA tienen el poder para evitar problemas de los que ahora mismo simplemente estamos huyendo.

Cohen: ¿Cómo  cuál?

Tyson: Marte una vez fue húmedo y fértil. Ahora está totalmente seco. Algo malo sucedió en Marte. Quiero saber qué pasó en Marte y así podríamos evitar que eso ocurra aquí en la Tierra. Venus tiene un efecto invernadero descontrolado. Algo malo también sucedió en Venus. Es un experimento que ya ha llegado a su fin allí; no podemos darnos el lujo de hacer ese experimento en la Tierra. Existen amenazas cósmicas que ignoramos pero que están presentes desde 1900. Aprendimos de ellas gracias a la exploración espacial. Como por ejemplo, los impactos de asteroides. Uno impactó a la Tierra hace 100 años, este Junio, en Tunguska, Siberia. Estamos catalogando asteroides así que si uno grande se aproxima, podemos salir y desviar la maldita cosa en vez de construir refugios para tratar huir de él. Sin el programa espacial, terminaríamos huyendo de los problemas, cuando en realidad tenemos científicos, ingenieros, gente lista que podría detenerlo en primer lugar. De eso se tratan las vacunas: en vez de tratar los síntomas, vamos a prevenir la enfermedad en primer lugar. Cuando se trata de la medicina se da por garantizado. Pero con otros peligros, la gente puede decir: «Este tornado es grande, necesitamos un mejor refugio», o, «construiré un dique para no inundarme la próxima vez», en vez de primero detener el sistema de tormentas. Lo mejor de la ciencia es que podemos controlar muchas cosas una vez que las entendemos. No podemos huir de los problemas todo el tiempo. La exploración espacial es un medio para llegar a comprender nuestro lugar en el universo, porque el universo no será siempre un jardín del Edén. A veces es hostil. Así que veo esta inversión como comprar nuestro seguro espacial.

Cohen: Más de uno de los candidatos presidenciales ha hablado acerca del uso de la mayor parte del dinero de la NASA en misiones relacionadas con la Tierra.

Tyson: Queremos dinero en la tierra, pero si siempre nos concentramos en la Tierra, perdemos las cosas que vienen del exterior. Y no sólo eso. Descubrir lo que era desconocido para las generaciones pasadas es una tarea noble. Sólo las más grandes civilizaciones han tenido el lujo de hacer eso. Estados Unidos es el país en el cual quiero vivir porque ese es el tipo de legado que hemos disfrutado. Hace poco di una charla a 900 personas y la última pregunta del día fue: «Suponga que en la nueva administración, todos votan para cancelar todos los proyectos científicos y para destinar el dinero a programas de ayuda social. Si le dieran la oportunidad de que sólo un proyecto se concretizase ¿Cuál sería? »

¿Sabes lo  que haría? Usaría ese dinero para construir un bote y navegar a algún país que esté invirtiendo en proyectos científicos. Estados Unidos ya no será el país en el que crecí, el que creía que tendríamos un mañana diferente porque apoyamos a personas creativas cuya meta en sus vidas en hacer un mundo mejor.

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