Editorial: Y con mi hacha

Volvemos de vacaciones y empezamos un nuevo año en ULÛM: una aventura que comenzó hace algunos meses y en la cual ha participado mucha gente. Y es por eso por lo que he querido titular esta editorial con un momento memorable de la historia de la literatura y el cine de fantasía: el concilio de Elrond de El señor de los anillos.

He querido usar en esta editorial ese momento no porque me guste especialmente o me disfrace de Hobbit en las fiestas familiares, sino porque la sensación de iniciar un proyecto y ver cómo otros se suman a él es maravillosa. Nos juntamos un pequeño grupo de gente que quería hacer divulgación científica de manera pasional (tan pequeño como Daniel Martínez y yo), y comenzamos toda esta historia paso a paso, desde su primera publicación hasta el día de hoy. No obstante teníamos claro que un proyecto de este estilo no podía llevarse a cabo solo con nosotros dos, así que comenzamos a buscar gente que quisiera ayudarnos. Fue así cómo conocimos a muchas de las personas que podéis encontrar en nuestra lista de colaboradores, sin los cuales ULÛM no sería posible. Julian Chaves se unió en ese concilio y dijo: si con mis letras y mi pasión puedo ayudaros, contad con ellas, y nos deleitó con sus historias de medio ambiente y exploradores. Luego Bárbara Pino se unió y dijo: contad también con mis traducciones, y Víctor Buendía dijo, y con mi física y mi música.  Maria Salvador también apareció y con su particular estilo nos ofreció textos cargados de historia, y Juan Alcober, que ha sido mucho más que un profesor todos estos años, nos ofreció el trabajo fotográfico de toda una vida para ir exhibiéndolo poco a poco. Mariano Collantes puso sus conocimientos y lápices a nuestro servicio, y Elena Posada nos abrió paso en el bosque de las profundidades de la química. También Rubén Casatejada Javier Guisado hicieron su trabajo para sacar todo esto adelante.

Así que allí nos encontrábamos, en mitad del concilio con toda esa gente dispuesta a ayudarnos con nuestro proyecto. Y salió bien. Al menos eso es lo que creemos desde ULÛM, que continúa creciendo día a día en calidad, contenidos y colaboradores. ¿Dónde estaremos dentro de un año? Eso no lo sé, ya que como decía la preciosa canción de Enya; Who can say where the road goes?, where the day flows? Only time. No obstante, uno de los valores de la ciencia es el de poder hacer predicciones en función de la realidad previa, y por eso os diremos algunas de las cosas que podrían pasar durante este año: bien pudiera ser que a lo largo de 2015 lanzáramos nuestro propio podcast, el cual hemos comenzado a grabar. También podría ser que el mundo viera el primer ejemplar de ULÛM sobre papel, y ¿por qué no?, incluso algún libro publicado en nuestro nombre. En toda esta aventura que hemos iniciado buscaremos alianzas y colaboraciones, sueños y realidades, ciencia y pasión. Y en todo ello siempre mezclaremos algo de historia y belleza.

Por último la parte más importante de ese concilio han sido los lectores, que de manera directa (con comentarios) o de manera indirecta (a través de las estadísticas) nos han dicho qué camino seguir, qué temas tratar y cómo contentar a todos aquellos que han usado su tiempo para leer nuestros textos. En la editorial de dentro de un año podremos valorar si hemos conseguido nuestras metas y objetivos, si hemos crecido o triunfado, pero me gustaría terminar este texto con unas reflexiones que hizo Georges Sonnier, explorador de montañas, y las cuales he robado generosamente del artículo que ha publicado Julián esta semana:

«Me dirán, ya lo sé, que nuestras fatigas, nuestros sufrimientos, son inútiles. Inútiles los peligros pasados, inútil la sangre tal vez derramada. Pero es conveniente que, en este mundo corrompido por el utilitarismo, alguien venga alguna vez a dar ejemplo de desinterés, de gratuidad. Ningún beneficio nos procurará nuestra aventura, ningún beneficio que se traduzca en dinero. Nuestra acción es pura. Esta pureza es su única razón de ser, nuestra verdadera riqueza. Nos sentimos orgullosos de ella». 

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