Editorial: El camino

Texto escrito por Julián Chaves

Han pasado ya seis meses desde que Fernando y Dani comenzaran a andar este camino, el camino de ULÛM, y un poco menos desde que el que escribe se uniera para andar junto a ellos con los galones de editor, aunque es cierto que desde el principio he colaborado con ellos casi sin interrupción, y es que se intuía que podía ser un camino interesante desde aquel día en que me hablaron de cómo y por dónde pensaban andar, en el día que nos reencontramos tras mi regreso a España y al «caloret» de unas cervezas me hablaron por primera vez de ULÛM. Amigos, ciencia y escritura, combinación perfecta.

Tras este tiempo, hemos ido creciendo paso a paso, eligiendo sendas y descartando otras que parecían no conducir a buen puerto, admirando el paisaje y fijándonos en ese horizonte donde fijamos nuestros objetivos y donde nuevos proyectos asoman, depositando nuestro esfuerzo y recorriendo kilómetros gracias al combustible de nuestra imaginación. Imaginación, una palabra bellísima, una palabra que resulta clave y vital, muchas veces se la tacha de ser una cualidad innata de los individuos, propiedad indisoluble y casi exclusiva de artistas, sabios y bohemios, de gente extraordinaria, pero que sin embargo habita en todos nosotros y que bajo mi punto de vista se expresa más como fruto de una actitud que como algo que se tiene o no se tiene, una propiedad que habita en el que intenta ver las cosas de otra manera, quién no tiene prejuicios, quién vive sin temores infundados, quién encuentra placer en conocer lo desconocido y en quién ansía salir de su zona de confort y saber lo que pasa tras esa invisible barrera de la comodidad y la rutina, quién no se conforma con comer, dormir y respirar, en definitiva la imaginación puede llegar a cualquier persona si está dispuesta a darle al «play» y fluir empapándose de vida. De esta forma la mente estará abierta a la novedad, a la creación, así como también es verdad que se verá expuesta a grandes caídas y a imponentes abismos, aunque esto último tampoco tiene por que ser un gran inconveniente, cuando pierdes aprendes, cuando ganas disfrutas, y así, como diría Manolo García, nunca el tiempo es perdido.

Y no siempre es fácil dejarse llevar, no es fácil vivir de la mano de la imaginación pues hemos andado muchos años a la sombra de un sistema educativo que intenta arrebatarte la imaginación desde que eres un niño, metiéndote los conocimientos con un embudo y enseñándote lo que hay que saber para ser «útil» en la sociedad, una enorme fábrica de robots con funciones más o menos avanzadas y que acota los pensamientos entorno a lo que se considera productivo. El camino está muy bien marcado, y desde aquí te animamos a que corras campo a través, que saltes por encima de las rocas, que corras por el bosque, que disfrutes del aire limpio y que si te encuentras una valla en mitad de la pradera, la saltes. Hay demasiadas montañas como para pensar que solo existe un sendero óptimo.

No sabemos donde llegaremos con nuestras ideas y con esta plataforma llamada ULÛM, puede que tengamos que dejarla sola y abandonada en los mares de internet o puede que alcancemos el máximo de nuestras aspiraciones y nos inviten un sábado noche a Sálvame Deluxe (mucha ironía, no se vayan a pensar…), lo que ya esta claro es que siempre podremos decir que fuimos capaces de crear algo que no existía y de darle todo lo que necesitaba, de mimarlo y cuidarlo, de dar lo mejor que teníamos para hacer crecer al fruto de nuestra imaginación, y es que la imaginación es ciencia pero también es magia, y la magia puede salvarte la vida. Nos vemos en ULÛM.

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