Conducir por el camino más largo: economía especulativa

Imaginemos la siguiente situación. Un médico tiene una consulta y entra un paciente muy enfermo y este le receta un medicamento que sabe que no le va a curar. No obstante se lo ha dado porque tiene en su estantería una partida defectuosa de productos y quiere quitárselos de encima. El paciente toma sus pastillas y finalmente muere. Después de este hecho el médico no va a la cárcel y además es nombrado ministro de sanidad. La historia me la acabo de inventar pero si cambias la palabra médico por economista, paciente por inversor, sanidad por economía y muerte por quiebra, es lo que pasó en el mundo hace unos cuantos años. ¿Qué os puedo contar que ya no sepáis?, seguramente nada porque además no soy economista, pero voy a intentar lanzar algunas reflexiones que espero que sean de vuestro interés.

¿Qué es la economía productiva y la economía especulativa? La economía productiva es todo aquel proceso económico en el cual se produce un objeto o un servicio que es vendido. La economía especulativa es toda aquella actividad que intenta ganar dinero a partir de las fluctuaciones en el precio de un producto que en muchas ocasiones no posee la persona que vende. Un ejemplo sería comprar petróleo por valor de mil euros bajo la premisa de que me lo traerán dentro de un año, pero antes de ese tiempo yo lo vendo a un precio algo más caro, comenzando así una cadena de compras y ventas antes de que el petróleo haya salido de la refinería. Este ejemplo es inexacto porque la realidad es mucho más complicada: la economía especulativa puede ir mucho más allá con productos que ni siquiera son reales, como por ejemplo puede especular sobre cómo variará la economía financiera y la economía productiva de un país. La economía financiera son todas las actividades relacionadas con los flujos de capital entre individuos, empresas o estados. A este tipo concreto de productos de especulación se les denomina derivados financieros y como no soy economista voy a parar aquí antes de decir alguna tontería.

Ahora hablemos de cifras, ¿sabíais que la economía especulativa es un 1.000% superior a la economía real? Es decir, se venden en volumen económico diez veces más cosas imaginarias que reales. [1] ¿Por qué os cuento todo esto? Para empezar la economía real es la base de todo el sistema: obviamente yo no puedo comerme un derivado financiero, sembrarlo, hacer una patente con él o montar una fábrica. La gente necesita cosas reales que llevarse a la boca. Y, ¿de que depende la economía productiva de un país? Pues entre otras cosas de la industria.

https://www.youtube.com/watch?v=HY0D61Wh5PI

Como habréis notado al ver la cola del paro, estamos en crisis desde hace muchos años: tristemente nuestro país no está muy industrializado. Ahora bien, ¿cómo ha llegado hasta aquí nuestra sociedad? A estas alturas de algo os sonará el nombre de Lehmans Brothers. Tampoco voy a volver a contar toda la historia ni a recomendaros que veáis la película Inside the job [2], lo que os voy a recomendar es otra película más amena que se llama Marginal Call (el trailer que he puesto al principio de este párrafo pertenece a dicha película). En ella vemos una historia con personajes ficticios pero que relatan con asombrosa veracidad las horas previas al gran fiasco que ocurrió en Lehmans Brothers y empresas similares. Básicamente pasó algo así como si un tipo entra a un casino, apuesta 1000 millones y los pierde, pero antes del fatídico momento y a sabiendas de lo que va a pasar, ese apostador insensato mete a todos sus amigos en la apuesta sin avisarles de que, en unos segundos, van a ser ellos quienes pierdan todo su dinero. Pero, ¿a donde quiero ir a parar con todo esto?

En la película Marginal Call sale un antiguo ingeniero que ahora es especulador. Después de ser despedido de la empresa reflexiona sobre la buena labor que hizo en su etapa de ingeniero al construir un puente que ahorró millones de kilómetros a los habitantes de una zona, millones de dólares en gasolina y millones de horas en tiempo. Paul Bettany —que interpreta a otro broker financiero— le responde que a muchos les gusta conducir por el camino más largo. En esas dos frases se enfrentan dos modos diferentes de concebir el mundo: el liberal, que no pone trabas a lo que uno desea hacer, frente al técnico que trata de buscar el orden y la razón.

Europa necesita puentes, fábricas, campos de cultivo, patentes que generen beneficios, investigación científica e ingenieros, también necesita modernizar su agricultura, mejorar su ganadería y financiar la economía productiva. Hemos vivido hasta ahora en un mundo donde se ha premiado la especulación incluso después de su fracaso —quién no me crea que busque el currículum de los últimos ministros de economía—. Mi pregunta es, ¿es inteligente poner al frente de los sistemas que deberían de impulsar la economía productiva a expertos en economía especulativa? [3]

Europa se enfrenta actualmente a una presión muy elevada y a competidores fuertes en nichos copados por empresas internacionales. Si somos realistas estamos en un momento de decadencia y convulsión: ahora es un adaptarse o morir y, aunque no soy economista, me preocupa que una de las soluciones puestas sobre la mesa sea conducir por el camino más largo.

[1] Economía financiera vs. Economía productiva

[2] Trailer de Inside the job

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