El hombre de negro huía a través del desierto, y el pistolero iba en pos de él.
Con este inicio tan directo y potente, empieza la primera novela de la saga de La Torre Oscura, de Stephen King. En un principio he dudado de si incluir este libro como ciencia ficción o no. Pero creo que reúne suficientes elementos como para que, al menos uno de sus géneros, le haga válido para que lo comentemos en esta página. El título del libro quizás os suene, además de por la fama del propio autor, también por la inminente película que se estrenará a finales de este verano en los cines.
El libro narra la persecución del último pistolero, Roland, al misterioso hombre de negro. Al principio, el objetivo parece no estar del todo claro, ¿va solo tras él por alguna razón personal, o está relacionado con la susodicha torre que da nombre a los libros? Poco a poco vamos descubriendo la singular relación que une a los personajes, y a éstos con un escenario que nos es, al mismo tiempo, ajeno y familiar en múltiples de sus elementos. Esta primera novela bebe mucho también del género Western, sobre todo en sus primeros compases. No en vano, el hecho de que el personaje principal sea un pistolero, ya da bastantes pistas sobre el tiempo de escenario que nos vamos a encontrar como si de una película de Sergio Leone se tratara. Y esa es justamente una de las mejores partes de todo el libro, donde Roland rememora su paso por el poblado de Tull a un campesino que se encuentra en mitad de su travesía por el desierto. Sin ánimo de destripar la trama, Tull nos recuerda a esos cientos de poblaciones vistas en películas, con casas de madera vieja, telas raídas por el viento, y personas curtidas por las condiciones duras de las temperaturas altas, una forma de vida basada en la supervivencia, y sin más objetivo que poder despertarse un día más. Durante ese capítulo notamos cómo la maestra mano de Stephen King ralentiza el tiempo de algunas situaciones, rememorando esas partes de las películas donde los personajes se quedan mirándose unos a otros durante un largo tiempo.
Ahí podemos empezar a ver que algunos elementos de la historia no encajan con una temporalidad como si fuera algo ubicado en el “antiguo oeste”, y es cuando uno empieza a sospechar. Más adelante vamos observando cómo ciertos elementos de la historia se alejan de algo realista para adentrarse más en el terreno de la fantasía. Al final, realmente, tenemos una mezcla entre ciencia ficción y fantasía que alimentan una historia de persecución, la cual no baja el ritmo en ninguna de sus partes. El libro no es precisamente largo, pero se hace incluso más corto cuando uno se ve envuelto en el extraño mundo en el que está ambientado. No sé cómo será la película, pero el libro es muy, muy recomendable.
Daniel Martínez Martínez (@dan_martimarti) es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia, donde también realizó el máster Biología molecular, celular y genética. Realizó su doctorado a caballo entre el FISABIO (Fundación para el fomento de la investigación Sanitaria y Biomédica) y el IFIC (Instituto de Física Corpuscular). Su labor investigadora está centrada en el estudio de la relación entre la composición funcional y de diversidad de la microbiota humana, y el estado de salud-enfermedad de los individuos. Durante los últimos años ha mantenido una actividad de divulgación científica escrita, además de participar en la organización de eventos como Expociencia. Actualmente trabaja en el Imperial College de Londres.