Recientemente Fernando Simón, en una rueda de prensa, afirmó que en estos dos últimos meses y medio la letalidad del virus SARS-COV-2 ha bajado mucho. En concreto, afirmó que ahora es del 0,29%, y que son datos muy bajos comparados con los del pico de la pandemia, que llegaban al 13-14% [1]. Pero ¿es esto cierto?
La respuesta corta es que no es cierto, pero para entender de dónde sale la afirmación de Fernando Simón hay que ir a los datos de la última actualización del Ministerio de Sanidad a fecha del día 10 de agosto de 2020 [2]. En esta actualización y analizando los casos diagnosticados en los últimos 7 días, situados en 22955, y comparándolo con los fallecidos en los últimos 7 días, es decir, 65, obtenemos la proporción que dijo Fernando Simón en la rueda de prensa, 0,29%. Ahora bien, el problema, como hemos indicado desde esta revista en numerosas ocasiones [3], o como yo mismo he escrito en otros medios de comunicación como la Revista Plaza [4], es que esa no es la forma correcta de valorar el potencial riesgo de una enfermedad en el tiempo. De hecho, la clave para entender el error de la afirmación de Fernando Simón está en el mismo documento al cual hacen referencia sus cálculos. Según los datos proporcionados por el Ministerio de Sanidad, en los últimos 7 días, solo 45 personas han entrado en la UCI. ¿Cómo puede ser entonces que hayan muerto más personas de las que han entrado en la UCI? Es decir, 65 fallecimientos frente a 45 ingresados.
La clave está en que el coronavirus tarda en matar entre 2 y 8 semanas, y que los muertos que estamos viendo ahora no se deben en su totalidad al pico de contagios actual, si no que muchos de ellos vendrán de enfermos que ya estaban previamente contabilizados. Así pues, cuando Fernando Simón da su porcentaje basado en datos de los últimos 7 días, frente a un virus que tarda en matar unos 14 días, haciendo creer de este modo que, de hecho, ahora el virus es menos letal, lo que está ocurriendo es que, por motivos difíciles de entender, el director del Centro de coordinación de alertas y emergencias sanitarias está obviando que en esas estadísticas se están contabilizando como vivos personas que morirán en las próximas semanas. Por ello, en las etapas iniciales de una ola de contagio de una enfermedad que tarda un tiempo en matar, hacer cálculos sin corregir ese retraso equivale a dar datos falsos. Algo que o bien nace de la incompetencia o de la necesidad de mentir.
El motivo de por qué las autoridades sanitarias se empeñan en ofrecer datos de mortalidad sin tener en cuenta el retraso en los fallecimientos es difícil de entender si nos ceñimos a criterios puramente objetivos. En este caso puede que la respuesta esté en los senderos de la política. Pero, por descontado, hacer creer que esos datos permiten decir que la letalidad ha bajado es rotundamente falso.
[1] Declaraciones de Fernando Simón
[2] Informe del Ministerio de Sanidad – 10 de agosto
[3] Letalidad de la pandemia – ULUM
Fernando Cervera Rodríguez es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia, donde también realizó un máster en Aproximaciones Moleculares en Ciencias de la Salud. Su labor investigadora ha estado centrada en aspectos ligados a la biología molecular y la salud humana. Ha escrito contenidos para varias plataformas y es redactor de la Revista Plaza y de Muy Interesante. Ha sido finalista del premio nacional Boehringer al periodismo sanitario y ganador del Premio Literario a la Divulgación Científica de la Ciutat de Benicarló en el año 2022. También ha publicado un libro con la Editorial Laetoli, que trata sobre escepticismo, estafas biomédicas y pseudociencias en general. El libro se titula “El arte de vender mierda”, y otro con la editorial Círculo Rojo y titulado “A favor de la experimentación animal”. Además, es miembro fundador de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas.
Gracias por todo ULÛm