Hoy se ha hecho público un estudio que indica que solo el 5% de los españoles tiene anticuerpos contra el SARS-COV-2, el virus causante de la enfermedad Covid-19 y que tiene en jaque al mundo entero. Desde el Instituto de Salud Carlos III han explicado que se ha realizado el estudio teniendo en cuenta el análisis a unas 60 000 personas. Pero ¿qué nos dice esto de la letalidad del coronavirus? ¿Y del futuro que nos depara?
A falta de ver las horquillas de error en las que nos movemos, eso supondría que 2 347 000 españoles se habrían infectado. Y según las cifras oficiales tenemos 27 004 muertos, pero aquí es donde entra en juego dos variables más: la calidad de los datos y los pacientes activos.
Según datos del sistema de Vigilancia de Muertes Diarias (MoMo) actualmente tendríamos un 55% de exceso de mortalidad [1], y según datos de mediados de abril, habría un 53% más de muertos por coronavirus de los registrados [2]. Además, teniendo en cuenta que a día de hoy hay hay 60 764 casos activos de coronavirus detectados en España, con un histórico del 13% de decesos, esto nos lleva a que a día de hoy, entre fallecidos detectados, fallecidos ocultos, y personas que morirán y ya están enfermos a día de hoy, tendríamos unos 49 368. Pero ¿qué significan todos estos números?
Teniendo en cuenta que 2 347 000 españoles ya se habrían infectado, esto supondría una letalidad del 2,1%. Y aunque son cálculos de servilleta, nos sirven para entender que la OMS no iba tan desencaminada cuando en enero anunció una letalidad del 2% para el nuevo coronavirus [3].
Muchos lectores pueden pensar que las correcciones no son precisas, así que la cifra sin ninguna corrección, suponiendo que no hay ningún muerto sin contabilizar y que ninguno de los enfermos críticos a día de hoy va a fallecer (un escenario, por otro lado, nada realista), sería del 1,15% de letalidad. Y ese sí sería un dato calculado a partir de los datos que sabemos hoy en día. Por lo tanto, nos vamos a mover entre estos dos escenarios para ver qué puede pasar.
En un escenario en el que no logremos detener la pandemia, y siendo conservadores y suponiendo que solo un 50% de la población acabe infectada, si no aparece una vacuna efectiva o mejoras en los tratamientos que reduzcan la mortalidad, estaríamos hablando de que morirían entre 270 000 y 500 000 de españoles.
Además, a pesar de que desde altas esferas políticas se dice que ese 5% es inmune, haber pasado la enfermedad no asegura tener inmunidad. Aún estamos lejos de saber cuánto dura la inmunidad después de pasar la enfermedad y cómo de efectiva es.
Nos encontramos frente a una situación de emergencia global, donde más que nunca los países, los ciudadanos y los políticos deben ser responsables, puesto que está en juego la vida de millones de personas. No hay otro camino que nos aleje de ese escenario que no pase por medidas de contención, mejora de las condiciones sanitarias e investigación científica. Una ciencia y una sanidad que, de forma histórica, se han ninguneado en la gran mayoría de países del mundo.
[2] Exceso de muertos por coronavirus – El Español
[3] Letalidad coronavirus – ULUM
Fernando Cervera Rodríguez es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia, donde también realizó un máster en Aproximaciones Moleculares en Ciencias de la Salud. Su labor investigadora ha estado centrada en aspectos ligados a la biología molecular y la salud humana. Ha escrito contenidos para varias plataformas y es redactor de la Revista Plaza y de Muy Interesante. Ha sido finalista del premio nacional Boehringer al periodismo sanitario y ganador del Premio Literario a la Divulgación Científica de la Ciutat de Benicarló en el año 2022. También ha publicado un libro con la Editorial Laetoli, que trata sobre escepticismo, estafas biomédicas y pseudociencias en general. El libro se titula “El arte de vender mierda”, y otro con la editorial Círculo Rojo y titulado “A favor de la experimentación animal”. Además, es miembro fundador de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas.
Me encanta el párrafo final, es muy lapidario.