Basta leer solamente las primeras hojas de esta obra para que uno se dé cuenta de que no nos encontramos con una obra de divulgación para grandes masas sino un libro de divulgación para científicos. La vida emergente es una obra magna de revisión acerca de un tema que ha sido tratado desde muchos puntos de vista diferentes y que necesitaba un ordenamiento de los hechos dada la gran cantidad de estudios interesantes que se han hecho al respecto. De hecho, el tema del origen de la vida no está ni mucho menos tan avanzado como se podría llegar a pensar y no son pocas las variaciones que se han propuesto para un mismo mecanismo únicamente cambiando algunas variables acordes a las condiciones primitivas propuestas. Así pues, considero que la obra de Luigi Luisi se sitúa no solamente como una muy buena obra de referencia sino también muy necesaria en el día de hoy. Se podría decir que el autor une las piezas de un puzle de una manera fantástica aun estando el puzle incompleto y con piezas solapantes entre sí.
Durante el libro, Luisi nos lleva desde cuestiones de un aire más filosófico como los primeros capítulos, hasta otros más puramente técnicos como es el caso de los tres últimos que están más basados en sus experimentos. Me gustaría resaltar, de hecho, esos primeros capítulos donde expone su visión sobre el determinismo y la contingencia del origen de la vida, situándose el autor del lado de la contingencia durante todo el transcurso de libro, así como también el apartado donde trata sobre algunas de las definiciones de “vida” que se han propuesto en la literatura, analizando las más relevantes. Es un hecho que aún hoy en día no tenemos una definición que satisfaga a todas las partes y que considero que es algo muy necesario si se está estudiando cómo pudo ser el paso de lo inerte a lo vivo. Ya en el tercer capítulo expone una pregunta que suscribirá muchas de las observaciones posteriores: ¿por qué esto… y no aquello? Con esta pregunta no hace más que apoyar su idea de contingencia en el marco del origen de la vida, por ejemplo, ¿por qué existen 20 aminoácidos y no 15, o 27?
Está claro a lo largo del libro que, a pesar de haberlo escrito a modo de síntesis del problema del origen de la vida de un modo más o menos objetivo basándose en una gran cantidad de estudios, Luisi deja su huella en varios apartados. A pesar de todo, él es una persona y como tal, puede estar de acuerdo o no con ciertos experimentos o ideas actuales sobre el tema en cuestión por lo que no es raro ver exponer su opinión. De hecho, una de las críticas que más me ha sorprendido es al mundo del RNA donde argumenta su opinión debido a la complejidad de formar monómeros activados de RNA en condiciones prebióticas.
Sobre la estructura del libro en sí me han gustado varios detalles, entre ellos algunas citas textuales sobre trabajos de investigadores de gran relevancia dentro de este campo como por ejemplo Lazcano, Kauffman, o Deamer. Estos textos complementan muy bien lo escrito y descrito por Luisi en sus capítulos y sirven para suscribir sus observaciones con las palabras originales en las que se basa. Otro muy buen detalle que he visto en este libro es la descripción de los experimentos con los que se han demostrado los hechos escritos en el libro, alguno de ellos clásico pero de gran trascendencia hoy en día en el ámbito del origen de la vida. Así como también mencionar las, muchas veces, oportunas ilustraciones que ofrece para esclarecer ciertos detalles que pueden ser arduos de leer en texto solamente. Y uno de los mayores aciertos sin duda alguna son las preguntas propuestas para el lector al final de cada capítulo que obligan a recapacitar sobre lo antes leído ya que muchas veces no son preguntas con una respuesta concreta o ya concertada. Lo veo como un buen incentivo para intensificar la concentración en la asimilación de los tintes filosóficos y científicos.
En resumen, esta obra es un libro para leer con pausa y detenimiento, contiene una gran cantidad de información y no siempre es accesible de manera directa. Como obra de referencia es muy completa, abordando capítulo por capítulo una gran cantidad de puntos fundamentales en la asimilación del gran problema del origen de la vida. Cabe mencionar que este libro también ofrece una vasta variedad de referencias con las que poder ahondar en los temas de mayor interés del lector lo que es todo un acierto. Por último y ya para concluir esta reseña, me gustaría resaltar que pese a lo sencillo que sería caer en la tentación de hablar sobre las ideas religiosas del origen de la vida, Luigi Luisi solamente habla de ello en el primer capítulo para criticar el diseño inteligente y no vuelve a nombrarlo hasta en la parte final de perspectivas lo que me parece todo un acierto para centrar la atención en la parte científica del libro y así huir de confrontaciones gratuitas con cierto sector de personas.
Daniel Martínez Martínez (@dan_martimarti) es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia, donde también realizó el máster Biología molecular, celular y genética. Realizó su doctorado a caballo entre el FISABIO (Fundación para el fomento de la investigación Sanitaria y Biomédica) y el IFIC (Instituto de Física Corpuscular). Su labor investigadora está centrada en el estudio de la relación entre la composición funcional y de diversidad de la microbiota humana, y el estado de salud-enfermedad de los individuos. Durante los últimos años ha mantenido una actividad de divulgación científica escrita, además de participar en la organización de eventos como Expociencia. Actualmente trabaja en el Imperial College de Londres.