Manifestantes de ultraderecha revientan una actividad de divulgación científica

El viernes 14 de septiembre, la Asociación de Tecnología y Ciencia de Bétera se disponía a realizar un acto de divulgación científica. Según cuenta David Ibáñez, su presidente, estaban «haciendo un taller de ciencia con materiales ferro magnéticos, péndulos magnéticos, un cañón de Gauss y otros experimentos relacionados con el magnetismo». La actividad estaba englobada dentro de la séptima edición de l’Aplec Camp de Túria, que según sus organizadores, es una iniciativa sociocultural y reivindicativa que nace de la voluntad, del trabajo y el esfuerzo de diversos colectivos de la comarca. El objetivo es promocionar la cultura valenciana, el idioma y los valores del respeto y la igualdad.

David Ibáñez, durante la actividad.

Cuando las actividades ya habían comenzado —y que además contaban con todos los permisos municipales para su realización—, apareció un grupo de manifestantes de ultraderecha, entre los que se encontraba el líder local del partido político España 2.000 [1], y comenzaron su ataque a los participantes. Así relata Ibáñez lo sucedido: lanzaban «insultos de todo tipo. Himnos franquistas: el cara al sol, que viva España, que nos vemos el 9 d’octubre. Que iban a matarnos y que tenían nuestras fotos». Pero la cosa se puso aún más tensa, «cuando llegó la guardia civil tuvo que establecer un cordón de contención para evitar que agredieran a los que estábamos allí. Los niños estaban llorando. Les estaban gritando fills de puta. Los han tenido que llevar detrás del cordón de la guardia civil y alejarlos. Pero algunos de los manifestantes han pasado el cordón y han empezado a romper carteles e intentar agredir. Han lanzado huevos y objetos. Algunos han impactado en gente que había allí», añade con resignación.

Según nos confirma la Asociación de Tecnología y Ciencia de Bétera, ellos no se implican a nivel político en ninguna de las actividades.  Ibañez matiza que «aunque algunas partes del acto tienen connotación política, nosotros somos una asociación que ha ido a llevar un taller de ciencia. El evento también junta a asociaciones, músicos, artistas y actos culturales completamente desligados de la política. No estábamos intentando transformar niños en independentistas con imanes». Además, añade que ellos van «a despertar interés científico en los chavales y son talleres donde se habla de ciencia y de por qué funcionan los experimentos. También vamos al colegio de las monjas de Bétera», concluye.

[1] España 2000 – Enlace

Manifestantes de ultraderecha revientan una actividad de divulgación científica comentarios en «11»

  1. Me parece execrable la actualización del grupo fascista y su impunidad. Y no entiendo el tono de justificación de la actividad del artículo

      1. Fernando, tus comentarios dejan clarísimo que no pretendíais insinuar un tono de justificación. Puede ser que las tres últimas frases puedan dar lugar a la confusión. Estoy seguro que David tampoco quería justificar nada (¡él mismo es el primer damnificado!), però la pequeña broma en esta situación puede parecer un poco frívolo para alguien (a mi no me molesta).

        Gracias por el trabajo en la revista y enhorabuena.

    1. Buenas noches Juan Ramón. Como se indica en el artículo, algunas actividades del evento tenían connotación política, y otras (la gran mayoría) no. De hecho, prácticamente cualquier evento cultural, ya sea mediante intervención de concejales de cultura o alcaldes, suele tener connotaciones políticas. Pero, como puedes ver en el programa, poca connotación política puede tener un taller de artesanía o danza, o en este caso un taller de divulgación científica. Pero, lo que me parece más doloroso de todo esto, es tener que justificar hoy (como me ha tocado hacer ya en muchas ocasiones como esta) que aunque hubiera tenido connotación política todo el evento (que no fue así, y David Ibáñez así lo explica en el artículo) nada justifica que un grupo de energúmenos ataque a un grupo de personas que, de forma pacífica y con todos los permisos en regla, se ha reunido en un lugar para hacer lo que crean conveniente, todo dentro de la ley, porque hasta dónde sé, pensar diferente y expresar las ideas, no es un delito y está amparado por la carta de derechos humanos y la constitución española. Pero es que ni siquiera estamos hablando de ese caso. Un grupo de energúmenos ha entrado a una actividad cultural, donde la mayoría de participantes no tenía nada que ver con la política, y han proferido amenazas e insultos, y han agredido a un grupo de gente entre el que había unos niños que participaban en una actividad de divulgación científica. Ten cuidado con señalar con el dedo y acusar a las cosas de «postverdad», sobre todo si lo vas a hacer para justificar una agresión y un quebranto de las normas constitucionales que hacen funcionar la sociedad.

  2. Me extraña muchísimo esa intromisión de la ultraderecha si se tratase, exclusivamente, de una actividad de divulgación científica. Sospecho que había algo más, seguramente adoctrinamiento -subliminal o descarado- de los niños. No seamos cándidos y no traguemos lo que se nos cuenta desde una parte de las dos implicadas, porque la cosa a mí no me encaja. Me gustaría saber cómo justifican los fachas su intervención, cuáles fueron sus motivos.

    1. Buenas noches Juanito. Como se indica en el artículo, algunas actividades del evento tenían connotación política, y otras (la gran mayoría) no. De hecho, prácticamente cualquier evento cultural, ya sea mediante intervención de concejales de cultura o alcaldes, suele tener connotaciones políticas. Pero, como puedes ver en el programa, poca connotación política puede tener un taller de artesanía o danza, o en este caso un taller de divulgación científica. Pero, lo que me parece más doloroso de todo esto, es tener que justificar hoy (como me ha tocado hacer ya en muchas ocasiones como esta) que aunque hubiera tenido connotación política todo el evento (que no fue así, y David Ibáñez así lo explica en el artículo) nada justifica que un grupo de energúmenos ataque a un grupo de personas que, de forma pacífica y con todos los permisos en regla, se ha reunido en un lugar para hacer lo que crean conveniente, todo dentro de la ley, porque hasta dónde sé, pensar diferente y expresar las ideas, no es un delito y está amparado por la carta de derechos humanos y la constitución española. Pero es que ni siquiera estamos hablando de ese caso. Un grupo de energúmenos ha entrado a una actividad cultural, donde la mayoría de participantes no tenía nada que ver con la política, y han proferido amenazas e insultos, y han agredido a un grupo de gente entre el que había unos niños que participaban en una actividad de divulgación científica.

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