Hay veces en las que uno ve cosas y la parte mística e irracional del cerebro no puede evitar buscarle un sentido a pesar de que seguramente no lo tenga. Al fin y al cabo hemos evolucionado para buscar correlaciones entre ciertos eventos y nuestra supervivencia: un león corriendo en mi dirección es muerte asegurada, después de la temporada de frío hay que sembrar la cosecha, etc. Ahora bien, eso no quiere decir que siempre estemos en lo cierto ya que mucha gente relacionó el paso de cometas con malos augurios o ser albino con ciertos tipos de magia maligna. Lo que es innegable es que por motivos evolutivos nuestro cerebro disfruta buscando relaciones entre cosas, símbolos ocultos y señales que nos muestran supuestas grandes verdades. Ayer tuve uno de esos momentos y, a pesar de ser consciente de que tal vez no sea nada más que una tontería, me he decidido a contarlo.
No suelo ver mucho la televisión pero considero al programa Salvados de Jordi Évole una de mis citas semanales a las cuales no puedo faltar. Ayer y a pesar de tener que prepararme un congreso de divulgación científica me decidí a sentarme en el sofá y acudir a mi encuentro con el amigo Jordi. Cual fue mi sorpresa cuando se inició el programa anunciando una entrevista a Mariano Rajoy, y es que si me estás leyendo desde España sabrás que nuestro presidente es muy esquivo en lo que se refiere a presentar cuentas ante el cuarto poder del estado, es decir, los medios de comunicación. Finalmente la entrevista fue bastante directa aunque solo voy a valorar una cosa que me llamó la atención: el presidente mencionó la palabra ciencia.
En ese momento de la entrevista se estaba hablando de qué cosas le gustaría hacer en el futuro y Rajoy comenzó a hablar de economía y crear empleo, y fue cuando dijo algo que me pareció muy representativo de qué es la ciencia para nuestro actual gobierno en funciones: «porque creo que hay que apostar por la innovación y la ehhh, ehhhhhh, … ciencia«. Minuto 55:40 del programa que podéis consultar en la página web de ATRESPLAYER.
Tal vez estoy pecando de excesivo simbolismo pero me da la sensación de que esa frase describe muy bien qué es la ciencia para la actual ejecutiva: un titubeo que se dice con timidez y de manera forzada dentro del área de economía y sin ni siquiera creérselo. Ahora bien, puede ser que el lector dude de esos segundos pero le invito a leer el análisis que se hizo del programa electoral científico de los cinco grandes partidos. No añadiré mucho más de la entrevista o los programas electorales, solo voy a decir lo que han visto mis ojos en todos estos años: compañeros científicos largarse a otros países donde les han abierto las puertas los mejores laboratorios después de que aquí tuvieran que vivir en casa de sus padres y trabajando gratis en la universidad, empresas del ámbito científico-técnico ahogadas durante años por la subida del IVA y la caída del consumo a los productos de I+D+i, laboratorios cerrados por la nula financiación del sistema científico-técnico, escasa apuesta por la transferencia del conocimiento real y tangible de las universidades a las empresas, etc. Y ojo que el arriba firmante lleva tres años en una empresa biotecnológica montada junto a tres socios más y que trabaja con laboratorios por todo el territorio nacional, es decir, se de lo que estoy hablando.
Así que tal vez esté equivocado al buscar relaciones y mi mente sencillamente busca justificar con pequeños símbolos una realidad superior, pero como ejercicio de ficción me parece que tristemente es extremadamente realista.
Fernando Cervera Rodríguez es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia, donde también realizó un máster en Aproximaciones Moleculares en Ciencias de la Salud. Su labor investigadora ha estado centrada en aspectos ligados a la biología molecular y la salud humana. Ha escrito contenidos para varias plataformas y es redactor de la Revista Plaza y de Muy Interesante. Ha sido finalista del premio nacional Boehringer al periodismo sanitario y ganador del Premio Literario a la Divulgación Científica de la Ciutat de Benicarló en el año 2022. También ha publicado un libro con la Editorial Laetoli, que trata sobre escepticismo, estafas biomédicas y pseudociencias en general. El libro se titula “El arte de vender mierda”, y otro con la editorial Círculo Rojo y titulado “A favor de la experimentación animal”. Además, es miembro fundador de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas.