El coipo (Myocastor coypus) recibe varios nombres: nutria, rata nutria, castor de pantano, entre otros. Sin embargo no es un castor ni una nutria. Aunque es comprensible la confusión ya que son especies que tienen aspecto y comportamiento similar. En guaraní se le conoce como “quiyá”.
Es un roedor muy adaptado a la vida acuática, que puede pesar unos 10 kg. Si bien es originario de Sudamérica, fue introducido en América del Norte y Europa. Se lo cría y caza por la utilización de su piel para la confección de prendas, ya que debajo del pelaje que está a la vista, posee uno más suave de valor comercial. Sin embargo su gran capacidad reproductiva le ha servido para mantener las poblaciones fuera del peligro de extinción (por el momento).
Son herbívoros y se cree que su actividad ayuda a evitar que se formen barreras de vegetación en los cauces de los ríos. Pasan muy poco tiempo fuera del agua y, cuando salen, no se alejan más que algunos metros. Cuentan con unos dientes que destacan a simple vista por la coloración naranja rojiza que aparece cuando son adultos.
Feliz coipo,
que con los ojos cerrados
para saborear mejor la comida,
agustito come, sin pensar
en chorradas o tonterías.
Mariano, este es de los mejores trabajos que te he visto. Un abrazo.