El pichiciego (Chlamyphorus truncatus) es la especie más pequeña de tatú o armadillo, alcanza tan solo unos 11 cm de largo. Solamente se registra su presencia en el centro de Argentina, aunque es un animal muy huidizo y difícil de localizar incluso para quienes los estudian y la población local. Pasa la mayor parte de su vida bajo tierra, y es muy hábil a la hora de enterrarse rápidamente bajo la arena. Es de color rosa pálido, siendo el pelaje de color más blanquecino. Su armazón es ligeramente diferente al de otros armadillos, porque “no está completamente pegado a su cuerpo, sino más bien conectado con una membrana que recorre la columna vertebral” (1). Es una coraza más bien frágil y que funcionaría como un regulador de temperatura más que como protección. La coraza, además, tiene una forma peculiar, ya que acaba con un corte recto que le da forma característica al armadillo. En la parte trasera (no visible en el dibujo, sí en el video) tiene un trozo de coraza discal, como una tapa, que le sirve para empujar la tierra hacia atrás a medida que avanza en los túneles que cava. Cuenta con una pequeña cola que le ayudaría a estabilizarse mientras utiliza las grandes extremidades delanteras para remover la tierra. Se alimentan de larvas un hormigas adultas, así como también de raíces o lombrices.
(1) Referencia
