Entrevista a Sara Sadr: Ingeniería y recursos hídricos.

Hoy en ULÙM vamos a hablar sobre recursos hídricos e ingeniería hidráulica, un campo de la ciencia muy relevante para nuestras vidas debido a la sana costumbre que tiene el ser humano de beber agua todos los días y de vivir cerca de los ríos. Para ello hablaremos con Sara Sadr, desde Toronto (Cánada), quién compartirá sus opiniones sobre la materia con todos nosotros.

Julián Chaves. Hola y bienvenida a ULÛM.es. ¿Nos podrías hablar un poco sobre tu carrera profesional?

Me llamo Sara Sadr. Soy ingeniera en recursos hídricos, y mis principales intereses personales y profesionales están centrados en explorar, modelar y proteger el medio ambiente. Tengo cinco años de experiencia en ingeniería de recursos hídricos y planeamiento, principalmente en los campos relacionados con la hidrología y la modelación hidráulica, la gestión de inundaciones y aguas de tormenta, y el campo de la hidrología a nivel de cuenca hidrográfica.
Cursé la carrera de Ingeniería del riego y el drenaje en la Universidad de Teherán (Irán) y posteriormente realicé un máster de ingeniería ambiental en la Universidad de Putra (Malasia).

J.C. ¿Cuáles son las principales tareas que realiza un ingeniero especializado en recursos hídricos?

S.S. Es difícil indicar cuáles son las principales funciones de un ingeniero hidráulico, pues las tareas están determinadas por los requerimientos específicos de cada proyecto. Aunque en todos los casos podemos extraer algunas funciones básicas que realiza o puede realizar un ingeniero en recursos hídricos.

-Desarrollar estrategias para las cuencas con el fin de garantizar el suministro y la calidad que exigen las diferentes leyes y regulaciones

-Dirigir estudios de coste-beneficio para las diferentes alternativas de actuación en las cuencas.

-Dirigir estudios técnicos en temas como la contaminación de las aguas y las opciones de tratamiento posibles.

– Establecer e implementar programas de monitoreo de aguas

-Realizar propuestas a los diferentes agentes implicados, tales como gobiernos, grupos de interés, poblaciones locales, etc.

-Planificar el manejo de las aguas de lluvia, incluyendo la modelación hidrológica e hidráulica como también las mejores prácticas de gestión.

-Actualizar y calibrar los modelos y presentar los resultados de los mismos.

-Planificación de un gran variedad de proyectos, como puedan ser planes a nivel de cuenca hidrográfica, planes sobre servicios ambientales, evaluaciones sobre riesgos de inundación o aquellos referidos al control de los procesos erosivos.

-Intentar que los `proyectos se cumplan en los plazos fijados, siguiendo el calendario previsto, así como establecer contactos con clientes y con las administraciones implicadas.

J.C. Bajo tu punto de vista, ¿cuál es la mejor forma de gestionar los riesgos de inundación?

S.S. Los métodos más efectivos para la reducción de los riesgos de inundación son muy específicos en función del lugar donde nos encontremos. No hay una solución única que se pueda utilizar para una gran variedad de zonas y habitualmente se han de realizar muchas y diferentes acciones para reducir esos riesgos en cada lugar.

Los riesgos de inundación son la combinación del riesgo de ocurrencia de esa inundación y las consecuencias que estos eventos puedan tener para la gente y las infraestructuras. Así pues los métodos de control pueden subdividirse en dos grupos; métodos estructurales y métodos no estructurales. Muchos investigadores se han basado en métodos estructurales, como pueden ser el diseño de rutas de inundación seguras y resilientes, zonas de almacenaje temporal o estanques entre otros. Observándose tras la aplicación de estas medidas que nunca se llega a un completo control de la inundación y que por lo tanto siempre queda una probabilidad de que se produzcan daños.
En las últimas décadas, las medidas no estructurales se han identificado como más efectivas y económicas a la hora de afrontar este tipo de riesgos. En estos métodos, se intenta llevar a cabo una adaptación a las condiciones de la inundación. Además, el manejo de los riesgos de inundación deberían incluir las posibilidades de que estos afecten a las comunidades e intentar reducir su exposición y vulnerabilidad.

Gestionado la llanura de inundación lo primero que se ha de determinar son los contornos de las inundaciones potenciales para la zona de interés, y se han de elaborar mapas que indiquen los peligros que los distintos períodos de retorno nos indican. Seguidamente se ha de preparar un algoritmo basado en modelos hidrológicos e hidráulicos que nos indiquen el posible comportamiento del agua. Tras esto y después de haber señalado las zonas más propensas a inundarse, el proceso consta de las siguientes fases:

a) Protección contra la inundación mediante la modificación de las características del flujo, por ejemplo: controlando la fuente, almacenamiento o canalizando.
b) Evitar la exposición a las inundaciones, por ejemplo: zonificación de los peligros, construcciones resistentes, control del uso del territorio o sistemas de alerta tempranos.
c) Preparación frente a los eventos, por ejemplo; planes de emergencia.
d) Respuesta y mitigación durante la inundación mediante adecuadas intervenciones en las infraestructuras, operaciones de rescate y evacuaciones
e) Recuperación post-inundación, reparando los sistemas vitales, previniendo enfermedades, evaluando daños y preparando respuestas para eventos futuros.

J.C. ¿y para manejar los eventos de sequía?, ¿Cuáles son las principales herramientas? ¿Podrías explicarnos cómo han evolucionado los métodos utilizados en este campo?

S.S. Sequía es la deficiencia de precipitación comparada con las condiciones normales y extendidas sobre un largo período de tiempo. Estos eventos tienen fuertes implicaciones para el abastecimiento urbano, la agricultura y la industria. Así pues el manejo de las sequías debería hacerse centrándonos en dos conceptos; manejo de los consumos y la rehabilitación del sistema de abastecimiento.

Para su gestión ha de existir colaboración entre el gobierno y la comunidad para conseguir una reducción de los impactos, existiendo diversas alternativas de gestión, muchas de ellas relacionadas con el uso final y la distribución de los recursos hídricos en función de las prioridades que se determinen entre los distintos tipos de uso que se engloban en la utilización del agua por parte de la comunidad, el uso en la agricultura y el uso dentro del sector industrial. Una vez determinadas las prioridades, el siguiente paso será minimizar las pérdidas de agua.

Podríamos decir que las más importantes medidas a tomar durante un episodio de sequía son:

1- Priorizar la exploración de recursos hídricos, incluyendo aguas superficiales, subterráneas y aguas no convencionales, y su reparto a los distintos intereses. En este contexto, la prioridad principal es el suministro a las poblaciones. Las siguientes prioridades, agricultura e industria, dependerán de las estrategias nacionales o regionales. Por ejemplo, en un país como Australia, después del abastecimiento de agua potable tendríamos como prioridad en muchas zonas a la agricultura y a la ganadería. Mientras que en las zonas más industriales las segunda prioridad serían las industrias.

2- Después de las soluciones a corto plazo que se englobarían en el apartado 1, las soluciones a medio y largo plazo consistirían en el manejo de los consumos y su optimización. Reduciendo la cantidad de agua no renovable, reduciendo pérdidas en la red e implantación de mecanismos inteligentes reductores. Estas serían medidas focalizadas al abastecimiento urbano. Las acciones destinadas al sector agrícola son la optimización de los riesgos y la mejora de las redes de drenaje a través de la modernización de los sistemas de riego, además de una mejora en la distribución del agua. Desarrollo de cultivos de invernadero y de aquellos cultivos menos exigentes en recursos hídricos.

3- Además de esto, puede llevarse a cabo el reciclaje de los efluentes de aguas residuales para su uso agrícola e industrial mediante modelos económicos como pueden ser la recompra o el BOT ( Build- Operate-Transfer), en castellano construcción, operación y traspaso.

J.C. He estado leyendo tus artículos publicados en la American Journal of Engineering and Applied Sciences acerca de la modelación de cuencas hidrográficas y los riesgos de inundación. ¿Podrías explicar un poco que es lo que se realizó? ¿Qué beneficios tienen estos estudios para el conjunto de la sociedad?

S.S. Como se ha mencionado anteriormente, dados los grandes daños que pueden desencadenar estos sucesos los intentos para controlar y mitigar sus efectos son muy valiosos. El pronóstico de las inundaciones, que es la parte más importante de la gestión, puede ser hecho mediante una modelación exacta de la riada, para ello los datos de lluvia pueden ser importados al modelo, transformando esa precipitación en la cantidad de escorrentía mediante la un hietograma (gráfico que representa la variación de la precipitación en función del tiempo) de diseño, el cual ha sido previamente calibrado por la observación de múltiples eventos. Posteriormente, un análisis de los errores nos mostrará la validez del modelo creado.

En el siguiente y último paso, la escorrentía resultante es complementada con un modelo hidráulico, que nos proporcionará la elevación de la inundación y su delineación mediante el uso del paquete informático WMS (Watershed Modelling System)

Todos los mapas de llanuras de inundación pueden ser delineados en un mapa de uso del suelo. Esos mapas son la clava en la gestión del territorio. El mapa nos indicará el área de inundación y el calado, pudiendo contribuir estos resultados a la realización de seguros y a mejorar el diseño de las alarmas de emergencia y a los procedimientos de evacuación. La situación ideal sería un planeamiento urbano previo que evitara a largo plazo las riadas.

J.C. ¿Como piensas que puede influir el cambio climático a los recursos hídricos? Bueno, ¿Qué piensas acercas del cambio climático?

S.S. El calentamiento del clima terrestre está afectando a los sistemas social, ecológico y económico de todo el mundo. Debido a la relación existente entre el sistema climático y el ciclo hidrológico, los impactos del cambio climático en los recursos hídricos son unos de los más importantes a los que nos enfrentaremos durante el siglo veintiuno (Mearns and Norton, 2010; UN, 2011).
En muchas de las regiones áridas y semiáridas del mundo, la escasez de agua, junto con el crecimiento de la población y la ocurrencia de recientes sequías están ejerciendo grandes presiones en los recursos hídricos, existiendo un consenso en que los recientes cambios en la temperatura atmosférica y la lluvia (frecuencia, distribución e intensidad) y la ocurrencia y la magnitud de diversos desastres naturales (inundaciones, sequías..) están muy relacionados con el cambio climático, esperándose una mayor estrés en ciertas partes del mundo donde las precipitaciones y la escorrentía están disminuyendo. Así mismo, bajo el cambio climático se prevé una intensificación de la vulnerabilidad en los sistemas hídricos, los cuales claramente necesitan una gestión sostenible y unas estrategias de adaptación apropiadas. Por otro lado, las evaluaciones acerca de las variaciones debidas al cambio climático son esenciales para una correcta gestión y afectan por igual a la disponibilidad de recursos hídricos y a la demanda de agua.

J.C. Solo una cuestión más. Aquí, en España, ha sido muy habitual el dragado de ríos para evitar los impactos de las inundaciones. Esto constituye un tema muy controvertido, ¿qué piensas acerca de esta técnica? ¿te parece una buena práctica de gestión?

S.S. Considerando el dragado como una solución única diría que no es una solución correcta y debería mencionar que el dragado requiere un mantenimiento a largo plazo que lleva asociado un alto coste, mostrándose en muchos estudios que conlleva implícitas ciertas consecuencias, tales como el aumento del riesgo de inundación aguas abajo por la acelaración del movimiento del agua a través del río y la red de drenaje. Además se elimina el sedimento que protege el lecho del río, aumentando por tanto la susceptibilidad a ser erosionado, desestabilizando los márgenes y aumentando el riesgo existente para las infraestructuras y los hábitats de la llanura de inundación. Por cierto, esos impactos pueden ser significativos y permanentes, y por tanto el dragado de ríos debería ser considerado como una herramienta con importantes riesgos, impactos ambientales y un coste considerable.

J.C. Gracias Sara por hablar con nosotros. Es todo un placer y eres bienvenida a ULÛM siempre que quieras. Saludos

Si queréis ver la entrevista original en idioma inglés, solo tenéis que pinchar en el siguiente enlace Interview Sara_English

Entrevista a Sara Sadr: Ingeniería y recursos hídricos. comentarios en «2»

  1. Una pregunta para un ingeniero.
    Es necesario que hoy en día los ríos mueran en el mar desperdiciando el agua, ¿no hay posibilidad de desviar el agua u embalsarla dada la sequiacquevhay en el lado del mediterráneo , no se les a ocurrido a ningún ingeniero intentar resolver este tema . Gracias

    1. Eso también tendría un impacto. El medio ambiente en las desembocaduras fluviales es muy importante. Además, sin el agua llegando a los deltas, el mar iría comiéndose poco a poco esos deltas, destruyendo no solo el medio ambiente, sino también todas las zonas habitadas que queden a merced de la erosión.

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