Españoles olvidados III: Elementos químicos descubiertos por españoles

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Españoles olvidados III: Elementos químicos descubiertos por españoles

Poca gente sabe que hay tres elementos químicos descubiertos por científicos españoles: el tungsteno —también llamado wolframio—, el vanadio y el platino.

Lo primero que habría que decir es que determinar el país donde se hizo un descubrimiento es bastante complicado, ya que las fronteras de las naciones han cambiado mucho a lo largo de los siglos. Pero, más allá de ese pequeño matiz, la historia de los descubrimientos suele ser trazable en el tiempo. Comencemos con la historia del platino.

Fotografía 1. Antonio de Ulloa

Antonio de Ulloa (1716-1795) fue un naturalista y militar español. Durante uno de sus viajes por Ecuador observó en una mina un mineral que parecía plata, lo recogió para su posterior análisis y se fue de allí, pero cuando regresaba a España, Ulloa fue capturado por corsarios británicos. Los científicos de la Royal Society intercedieron por él, tras lo cual fue liberado. Al poco tiempo, el científico publicó algunos estudios sobre el mineral, mientras tanto Charles Wood llevó más muestras a Inglaterra, gracias a lo cual se terminaron de matizar algunas de las propiedades del mineral. Los historiadores británicos suelen decir que el platino fue descubierto por Wood, y hasta la fecha no hay demasiada gente que se haya quejado de la tergiversación del descubrimiento. Antonio de Ulloa también fue el fundador del Real Gabinete de Historia Natural, el cual dio lugar al Museo Nacional de Ciencias Naturales. También fundó el Observatorio Astronómico de Cádiz y el primer laboratorio para investigar técnicas metalúrgicas de todo el país. Ulloa tuvo reconocimientos en países como Suecia, Alemania, Inglaterra y Francia, aunque en España ni siquiera aparezca su nombre en los libros de texto de química que se usan en los colegios.

Fotografía 2. Los hermanos Elhuyar en un sello de Correos de España

La historia del tungsteno es un poco más clásica. El tungsteno es el único elemento químico que ha sido aislado por primera vez en España, en concreto en el País Vasco. Los hermanos Elhuyar estudiaron medicina, cirugía y química en París. Fausto, el menor de los hermanos, fue catedrático de Mineralogía y Metalurgia en el Real Seminario Patriótico de Vergara. La historia comenzó en 1781, cuando Carl Wilhelm Scheele (descubridor del oxígeno y del nitrógeno, entre otros elementos) describió teóricamente el tungsteno, pero después de muchos intentos no logró aislarlo y solamente llegó a obtener su óxido. Unos años más tarde, en concreto en 1783, los hermanos Delhuyar lograron aislar el tungsteno con éxito, por lo cual obtuvieron por primera vez el deseado elemento. ¿Qué ocurrió con estos dos hermanos? A pesar de ser gente práctica que encabezó la revolución técnica de la química española, en 1783 Fausto se quedó sin el sueldo que le otorgaba el estado. Al ver que aquí tenía poco futuro huyó a México, que aún era parte del imperio español, pero tenía una mentalidad más progresista. Allí fue nombrado Director General de Minería de México y creó el Colegio de la Minería. También es cierto que años más tarde Correos dedicó un sello a los Hermanos Elhuyar, pero en cualquier otro país habrían tenido monumentos con su nombre en casi todas las ciudades.

Foto 3. Andrés Manuel del Rio

La última de las historias es la del descubrimiento de vanadio. En 1801, Andrés Manuel del Rio, un químico y naturalista español, estaba examinando muestras minerales de Zimapán (México). Después de analizar unos compuestos extraños llegó a la conclusión de que había encontrado un nuevo elemento metálico. Observó que al calentar la muestra esta cambiaba su color al rojo,así que la denominó como eritronio (eritros significa rojo en griego, y de ahí el nombre de los eritrocitos sanguíneos). Después entregó muestras con eritronio a Alexander von Humboldt, el cual las mandó al químico parisino Hippolyte Victor Collet-Descotils, el cual dijo que no era un nuevo elemento, sino que se trataba únicamente de cromo normal y corriente. En 1830, el sueco Nils Gabriel Sefström aisló el mismo compuesto, al cual denominó vanadio. Un año más tarde Friedrich Wöhler corroboró que el eritronio y el vanadio eran el mismo compuesto. Se dice que Andrés Manuel del Rió fue a Francia y llegó a ser discípulo de Lavoisier, aunque tuvo que huir de allí cuando a este lo ejecutaron a causa de la revolución francesa.

Nótese que en la fotografía de inicio se indican los elementos químicos con la bandera del país descubridor de los mismos. Si nos fijamos veremos que no hemos incluido una nota a pie de fotografía. Este olvido intencionado tiene una explicación: no adelantar el olvido del vanadio como descubrimiento realizado en España. Uno podría pensar que Jamie Gallagher, el autor de la tabla, debería haber sido más riguroso, pero mi reflexión es que si la sociedad española no lucha por la memoria de sus descubridores, ¿cómo esperar que sean reconocidos sus descubrimientos cuando hay controversia acerca de los mismos?

Estos cuatro héroes tuvieron que trabajar en ciencia a pesar de ser españoles, y su titánico esfuerzo y sus asombrosos descubrimientos están cayendo en el olvido. Una vez dicho esto, no debemos pasar por alto un hecho importante: no recordar a nuestros héroes de la ciencia nos convierte en colaboradores del aislamiento científico que sufre España. Recordemos quiénes fueron para hacer realidad lo que queremos llegar a ser.

Fernando

Fernando Cervera Rodríguez es licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad de Valencia, donde también realizó un máster en Aproximaciones Moleculares en Ciencias de la Salud. Su labor investigadora ha estado centrada en aspectos ligados a la biología molecular y la salud humana. Ha escrito contenidos para varias plataformas y es redactor de la Revista Plaza y de Muy Interesante. Ha sido finalista del premio nacional Boehringer al periodismo sanitario y ganador del Premio Literario a la Divulgación Científica de la Ciutat de Benicarló en el año 2022. También ha publicado un libro con la Editorial Laetoli, que trata sobre escepticismo, estafas biomédicas y pseudociencias en general. El libro se titula “El arte de vender mierda”, y otro con la editorial Círculo Rojo y titulado “A favor de la experimentación animal”. Además, es miembro fundador de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas.