Viroterapia para atacar el cáncer.

Figura 1.Virus del herpes simple

Texto realizado por Alejandro Mendoza 

Actualmente, la viroterapia se encuentra en fase de experimentación y ya se están realizando ensayos clínicos con humanos. Sin embargo, no se ha establecido como tratamiento generalizado aunque sus resultados han sido bastante alentadores. Hoy en día todo el mundo está familiarizado con el término “quimioterapia” o “quimio”, los cuales se asocian rápidamente a una patología muy temida por la sociedad; el cáncer. El uso de sustancias químicas para acabar con tumores se lleva utilizando desde el año 1950, pero en la última década ha arraigado profundamente, tanto que ciertos pacientes diagnosticados de esta patología no han oído hablar de otros tipos de tratamientos. La “viroterapia” es una posible candidata aún en fase de investigación que podría sustituir en un futuro algunos tratamientos dirigidos a atacar el cáncer. Consiste en la utilización de virus modificados, como las distintas cepas del virus del herpes simple (Simplexvirus sp.), los adenovirus (Adenoviridae) o el virus del sarampión (Morbillivirus sp.) (Mahoney, Stojdl et al. 2015). Una vez en el interior del tumor, los virus oncolíticos (aquellos que destruyen la célula al salir de esta) se replican abundantemente y generan una batería de copias con capacidad de buscar y destruir otras células cancerosas.

La empresa BioVex Inc desarrollo en 2011 el fármaco OncoVEXGM-CSF consistente en una modificación del virus del herpes simple (HSV-1). Actualmente se le conoce con el nombre de T-VEC y está en fase de investigación para tratar el melanoma. Este fármaco combate el cáncer por partida doble. Por un lado destruye directamente las células cancerosas y por otro lado, produce una proteína denominada GM-CSF cuya función reside en incitar al sistema inmunitario a combatir el cáncer. En noviembre de 2013 y durante la primavera de 2014, la empresa Amgen, encargada de fabricar el fármaco, mostró al mundo sus resultados con T-VEC. Los pacientes a los cuales se les administro este medicamento vivieron una media de 4 meses más que a los que solo se le administró GM-CSF. Pese a que estos resultados parecen decepcionantes, cabe destacar que 1 de cada 10 pacientes experimentó una remisión completa.

¿Por qué se usan virus?

Los virus poseen ciertas características de interés a la hora de utilizarlos para combatir el cáncer. Su mayor atractivo es su selectividad, es decir, la capacidad de atacar específicamente a las células de interés, lo cual tiene beneficio ya que se programan para atacar a las células cancerosas y no actuar sobre aquellas que estén sanas, lo cual se contrapone al mecanismo de la quimioterapia (Bourke, Salwa et al. 2011).

Además de destruir directamente el tumor, los virus causan una infección secundaria en los vasos sanguíneos que le proporcionan todos los requerimientos para seguir creciendo. Esta infección secundaria atrae a las células inmunitarias con el objetivo de dañar los vasos y cortar el suministro de sangre hacia el tumor.

Otra ventaja aprovechable del uso de virus para atacar el cáncer, es que en el proceso de infectar y destruir las células tumorales se generan restos celulares que inducen la producción de citocinas, que son moléculas del sistema inmunitario que regulan la actividad de este. También se activan las células dendríticas, las cuales vigilan el organismo en busca de entes ajenos y alertan a los linfocitos T para responder a tal invasión. En este proceso, las células dendríticas reconocen el tumor como “extraño” y avisan de ello al sistema inmunitario.

Los virus pueden programarse genéticamente para hacer disminuir su capacidad de reproducción en células sanas y aumentar dicha capacidad en las células tumorales, lo cual supone un aumento de la efectividad de la terapia y un descenso en la expresión de efectos secundarios, como se ha observado en los pacientes tratados con T-VEC.

Otra característica muy útil de esta terapia es que a medida que las células propias del cuerpo experimentan cambios genéticos o de otro tipo que las convierte en malignas, pierden la capacidad de responder ante un ataque producido por un microbio, en este caso un virus. Ello se debe a que dejan de sintetizar una molécula llamada interferón, la cual le proporciona resistencia ante estos agentes.

Mecanismo de acción de la viroterapia.

Se han desarrollado diferentes mecanismos por los cuales los virus destruyen el tumor.

En este artículo me he enfocado en el mecanismo de muerte directa (lisis) de la célula cancerosa. Consiste en que, una vez el virus entre en la célula cancerosa, este le obliga a la célula a generar gran cantidad de copias de sí mismo. De este modo, las nuevas réplicas salen en tropel de la célula, lo que conlleva su muerte. Posteriormente, las copias del virus buscarán nuevas células cancerosas que infectar.

Otro mecanismo que se puede aprovechar de estos microorganismos es el de infectar a la célula y después reprogramarla mediante el conjunto de procesos celulares que realiza continuamente, para que posteriormente se autodestruya mediante un proceso denominado apoptosis o “muerte celular programada”.

Otra posible vía ya citada anteriormente consiste en un colapso vascular, por el cual los virus también infectan a las células que revisten los vasos sanguíneos que irrigan tumor. A la vez que las células de los vasos sanguíneos infectados por los virus se van muriendo, comienzan a atraer a los neutrófilos, un tipo de leucocito que contribuye a formar coágulos sanguíneos. Esto forma el colapso del vaso, interrumpiendo el suministro de nutrientes al tumor e induciéndolo a desaparecer

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Figura 2. Mecanismo lítico

La última vía descrita hace uso de la “respuesta inmunitaria adaptativa”. Cuando una célula cancerosa infectada se rompe por acción de los virus, libera antígenos (moléculas que “llaman” a las defensas para proteger el organismo) creados a partir de información genética que el virus inserta en la célula cuando la infecta. Los antígenos son captados por un tipo de células denominadas “dendríticas” cuya función es dictar a los linfocitos T, un tipo de célula defensora del organismo, que ataquen a cualquier célula que presente el antígeno captado. Cuando los linfocitos T se activan y reconocen el antígeno que la célula dendrítica le ha presentado, toman por objetivo destruir las células que presenten dicho antígeno, es decir, aquellas células tumorales que previamente hayan sido infectadas y  muestren dicho antígeno.  Por otro lado se ha desarrollado un mecanismo basado en la llamada “respuesta inmunitaria innata”, mediante la cual la muerte de las células infectadas por el agente vírico provoca la liberación de moléculas que activan el sistema inmunitario, incitando a los linfocitos citolíticos naturales (células defensoras que destruyen células malignas)  a eliminar otras células tumorales, estén infectadas con el virus o no.

Panorama actual de la viroterapia.

Los virus representan una increíble opción para el tratamiento de cáncer, como ya se ha podido ver. Sin embargo, se ha de ser cauto en su utilización al ser una técnica nueva, y muy prometedora.

Hasta el momento, la viroterapia ha resultado segura en los numerosos ensayos clínicos realizados por distintos equipos de investigación, lo cual contrasta con los numerosos ensayos de fármacos experimentales también dirigidos a combatir el cáncer. El investigador Stephen Russel, catedrático de medicina de la Clínica Mayo afirma que hay que ser precavidos a la hora de trabajar con los virus, ya que “cuando se intenta aumentar su potencia y ampliar su utilidad –especialmente cuando se desea modular la inmunidad del paciente- se corre el riesgo de producir toxicidad y debemos ser conscientes de ello”.

Aprovechar el potencial de los virus para combatir el cáncer ha supuesto una tarea de larga duración que continua en la actualidad. Ya se ha demostrado que la viroterapia oncolítica funciona, ahora se trata de que funcione en más pacientes y se emplee para salvar las vidas de las personas que cada año son diagnosticadas de cáncer.

Bibliografía.

Bourke, M. G., et al. (2011). «The emerging role of viruses in the treatment of solid tumours.» Cancer Treat Rev 37(8): 618-632.

Mahoney, D. J., et al. (2015). «Viroterapia contra el cáncer.» Investigación y ciencia(460): 74-80.

https://en.wikipedia.org/wiki/Talimogene_laherparepvec

Figura 1. Virus del herpes simple. Extraida de dynamiclear.com

Figura 1. Mecanismo lítico. Extraída del portal biologia.cubaeduca.cu

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