Ya sé que el título parece digno de una película de miedo y sangre, pero no, seguimos en ULÙM y seguimos hablando de ciencia. No os voy a descubrir el hecho de que la gente que vive después muere. La cuestión es que esto puede suceder de muchas formas y que obviamente ocurre en unas coordenadas concretas de nuestro mundo. Y es que mezclar causa y localización espacial pueden derivar en un sinfín de cuestiones e interrogantes, de diagnósticos, de conjeturas e hipótesis, y es que como veremos a continuación, a veces puede importar más tu código postal que tu código genético.
Por supuesto no me voy a parar a analizar las causas, puesto que ni los estudiosos del tema las tienen claras y cada uno de estos mapas podría ser origen de tesis doctorales. Reseñar que los datos que aquí se muestran pertenecen al atlas de mortalidad de España para el período (1984-2004) de Joan Benach de Rovira y Jose Miguel Martinez Martinez, y que fue editado por la fundación BBVA en marzo de 2013, en el cual se analizan las diecisiete principales causas de muerte en España por sexo y municipio (Atlas mortalidad (1984-2004)). Puesto que no las voy a mostrar todas y me limitaré tan solo a aquellas que me han llamado la atención, os invito a que lo visitéis y descubráis sus entresijos por vosotros mismos. No me entretengo más, vamos al lío.
En el cómputo global que contabiliza todas las causas analizadas podemos observar ciertos patrones geográficos, en primer lugar observamos que la mortalidad es mayor en la mitad sur que en la mitad norte, matizando que para el caso de los hombres se acentúa el riesgo en el suroeste y en el sureste, así como como una mayor incidencia en la franja noroeste que para el caso de las mujeres.
En este caso los mapas se corresponden bastante con el cómputo global, lo cual es debido a que es la primera causa de muerte en hombres y la segunda en mujeres.
Es curioso observar como los patrones difieren un poco entre hombres y mujeres. Mientras que en mujeres tenemos grandes incidencias en el interior de Galicia, Pais Vasco, toda la zona interior del sureste penínsular y en menor medida la zona costera mediterránea, para hombres tenemos una gran división entre norte y sur, siendo el riesgo mucho mayor en el sur a excepción de la zona asturiana y zonas limítrofes gallegas que no coinciden del todo con el gran polo observado en mujeres.
En este caso las mayores tasas en ambos sexos engloban principalmente a las zonas cercanas a los valles del Ebro y del Guadalquivir, así como en menor medida a zonas cercanas al Tajo y al Guadiana. También la incidencia es importante en la zona de la capital, en Tenerife, Gran Canaria y Lanzarote, así como en lugares puntuales de Murcia y Alicante.
El cáncer de estomago, tanto en hombres como en mujeres, muestra una marcada diferencia entre el sur y el norte siendo las zonas más afectadas las englobadas al interior norte, extendiéndose puntualmente hacia el suroeste y desapareciendo en las zonas de la fachada mediterráneo y el extremo norte.
En número total de suicidios en España es superior en hombres que en mujeres, y es remarcable observar que existen comarcas mucho más proclives a este tipo de muerte. La circunstancia se da con intensidad en zonas del noroeste, la zona limítrofe entre Teruel y Castellón, y especialmente la comarca que conforma los límites de las provincias de Jaén, Córdoba, Málaga y Granada, donde hay 11 de los 40 municipios donde más suicidios ocurren en todo el país, siendo Alcalá la Real el lugar donde más se producen, una media de 26,6 por cada 100.000 habitantes.
En cuanto a las muertes causadas por accidentes de tráfico otra vez observamos un patrón muy marcado norte-sur, y es que la incidencia en el norte es mucho mayor en general.
Sería interesante conocer a ciencia cierta por que unas cosas suceden en unos determinados lugares y otras no. Desde luego este atlas da para estudiar muchas situaciones, tanto desde el punto de vista científico, como social y económico, puesto que estos patrones son derivados de distintas realidades que habría que conocer en profundidad para poder minimizarlas, a fin de mejorar la calidad de vida de las personas. Desde esta perspectiva, es también interesante conocer cómo ha evolucionado la mortalidad en las distintas áreas y por eso os voy a mostrar un último mapa que muestra la evolución para las distintas zonas en el periodo de estudio.
En verde podemos ver las zonas donde el riesgo por las causas analizadas a disminuido en el periodo estudiado, y en granate los lugares donde ha aumentado. En primer lugar es de remarcar el mapa para mujeres tiene menos zonas en blanco, lo que significa que sus cambios han sido mayores especialmente en sentido positivo. Esta disminución del riesgo se ha producido especialmente en zonas del interior, sobre todo en la provincia de Cuenca y en Albacete, pero también en otras zonas rurales y montañosas del interior como pueden ser zonas de Soria, León, Galicia, Asturias y también zonas de Extremadura. Por el contrario ha aumentado en zonas cercanas a grandes ciudades como Barcelona, Madrid, Zaragoza y Sevilla, pero también en áreas rurales del sur de Castilla y León y en la sierras de la ibérica guadalajareña. Para hombres el patrón se repite en la mayoría de los casos, con la salvedad de que las sus variaciones han sido menores, especialmente en lo que a una evolución positiva se refiere.
Julián Chaves Naharro. Licenciado en Ciencias Ambientales en la Universidad de Valencia, Máster en Ingeniería hidráulica y medio ambiente por la Universidad Politécnica de Valencia y especializado en la gestión, restauración y conservación de cuencas hidrográficas, donde realizó una tesina sobre el cálculo de emisiones de gases de efecto invernadero en incendios forestales. Comenzó su actividad divulgadora con su blog personal “El Ambientoblog”. Deportista, agricultor, divulgador, montaña en vena, muy energético, algo subversivo y ciudadano del mundo.