La guerra de los desiertos

Texto escrito por Julián Chaves Naharro

“El bosque precede al hombre, pero le sigue el desierto”, esta acertada frase de la canción “El hacha” del grupo chileno Inti-Illimani, podría completarse con “y mientras viene el desierto, quizás venga la guerra”.  No es que exista una relación causa-efecto entre la degradación de las tierras fértiles y la aparición de conflictos, pues el inicio de estos puede responder a un gran abanico de motivaciones, sin embargo, tal y como os mostraré en este mapa que hoy he creado para vosotros, se da la situación de que muchas de las guerras y conflictos que hoy tienen lugar en el mundo se sitúan en zonas limítrofes a desiertos, zonas en general muy frágiles por sus condiciones naturales y que han sido sometidas a una fuerte presión y a un nefasto manejo, transformando tierras fértiles en yermos páramos. Es evidente que agua y suelo son dos elementos clave para nuestra existencia, y su escasez puede aumentar la competencia entre distintos grupos, elevando las probabilidades de generar o aumentar las tensiones entre ellos.

Para aclarar conceptos, os diré que la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación, define este proceso como “la degradación por causas antrópicas de las tierras fértiles y la vegetación en las zonas áridas, semiáridas y sub-húmedas secas”, si bien está definición está cambiando en los últimos tiempos pues la desertificación puede venir dada por otros procesos, tales como salinización o contaminación de suelos, y estos no tienen por qué darse exclusivamente en las zonas climáticas anteriormente citadas. Y antes de pasar al núcleo de este post, quiero remarcar otro par de conceptos, a saber: nunca confundir la desertificación con la desertización, pues lo segundo viene a referirse a un proceso natural de expansión de los desiertos, que por su elevada degradación es prácticamente irrecuperable a una escala temporal humana. Sin suelo, no hay paraíso.

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Severidad de la degradación de las tierras fértiles y principales conflictos armados.  Bases de datos obtenidas del proyecto GLASOD (FAO) y  http://www.warsintheworld.com/

Los grados de severidad vienen referidos a cualquiera de los tipos de degradación contemplados, erosión hídrica, eólica, degradación química (salinización, acidificación, contaminación) y degradación física (encharcamiento, subsidencia y compactación). Las estrellas negras corresponde a los conflictos más grandes que se dan ahora mismo en el mundo, y que se cobran más de 1000 muertos al año, tales como México, Siria, Irak, Israel, Sudán del Sur, Ucrania y alguno más. En definitiva los que suelen salir en los telediarios. Las estrellas verdes corresponden a otros conflictos “menores”, aunque esta palabra sea odiosa en situaciones donde muere mucha gente. En esta página se muestran estadísticas de muchos de estos conflictos, y como se sale un poco de la temática os ruego que le echéis un vistazo tras leer el post. [1]

En definitiva, con este artículo solo quería lanzar una idea, reflejada en la simplicidad visual de un mapa, para que tengamos en cuenta que cuando se habla de recursos naturales, bien de su escasez o bien de su mal estado, no se trata exclusivamente de una cuestión ambiental o científica, sino de una temática transversal que abarca múltiples campos y que se introduce hasta los rincones más profundos de nuestro mundo, de nuestra sociedad e incluso de nuestro comportamiento como individuos.

[1] http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_ongoing_armed_conflicts

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