Fauna guaraní: mamboretá

El mamboretá es un insecto conocido también como “mantis religiosa” o “tatadiós”. Existen numerosas especies, entre ellas Stagmatoptera hyaloptera (representada en el dibujo) que habita principalmente en Argentina, Bolivia, Brasil y Paraguay. Los mamboretás son insectos carnívoros de aspecto amenazante, con una cabeza triangular dotada de dos grandes ojos que le dan su aspecto peculiar.  Sus dos patas delanteras son muy grandes, y  están adaptadas para atrapar a sus presas. Son estas patas en estado de descanso las que le dan el aspecto de estar rezando y que le dan el nombre de “mantis religiosa” (del  griego “mantikos”, que significa “profeta”). Muchas especies tienen alas, y pueden ser muy coloridas, ya sea para intimidar a sus depredadores o para camuflarse. Stagmatoptera hyaloptera tiene una ornamentación alar que consiste en círculos blancos rodeados de un anillo negro y manchas verdes en el fémur de las patas prensiles delanteras.

Aunque las mantis son conocidas por devorar a los machos durante la reproducción, este caso no es la norma. Los pequeños machos no acuden resignados a ser devorados, sino que se resisten y además prefieren aparearse con hembras que se han alimentado, ya que éstas solo se comen a sus parejas cuando tienen hambre.

Aunque no son insectos dañinos para el ser humano, son intimidantes para los más entomófobos, ya que es un insecto que, lejos de asustarse, se coloca en posición de ataque al notarse en peligro, sin importar cuán grande sea su agresor. Extiende las patas, despliega las alas y se balancea para parecer más grande.

El nombre en guaraní podría provenir de la expresión “¿dónde está tu pueblo?” (mamó, dónde y tetá, país), y estaría relacionado con leyendas de la región. Pero no he podido encontrar una fuente que confirme el origen de su nombre.

 Dibujo realizado a partir de fotos de Carlos Marzano

1 comentario en «Fauna guaraní: mamboretá»

  1. Muy buen artículo. Me crié al sur de Paraguay y en mi infancia nos atemorizaban diciendo que el mamboretá era «madre de víboras», un bicho muy peligroso y sumamente venenoso, porque, precisamente, su función era pasarle el veneno a las serpientes… Es un recuerdo, podría estar modificado por el paso del tiempo.

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