Coged lo imprescindible, poneos cómodos y no miréis atrás. Nos vamos de viaje, y nos vamos a uno de esos terruños a los que la mayoría solo podremos acceder mediante Google Earth. A veces tórrido, a veces gélido, casi siempre ventoso, encuadrado perfectamente en la definición de inhóspito y alejado de casi cualquier sitio. Espero que hayáis desayunado fuerte, por que esta noche soñarás con Taklamakan.
Taklamakan es un desierto chino, situado al noreste de ese país y que ocupa una superficie de 337.000 kilómetros cuadrados (como Alemania más o menos). Limita al sur con la cordillera Kunlun, al oeste con la cordillera del Pamir y al norte con las montañas del Tian Shan, todas ellas con picos que superan los 7000 metros sobre el nivel del mar. Al este queda confinado por el desierto de Gobi. Con estos vecinos y estando situado a miles de kilómetros del mar más cercano no es de extrañar que sea uno de los lugares más secos de la Tierra.
Por su lejanía al océano y al estar situado a la sombra de grandes cadenas montañosas, este desierto es extremadamente seco. Ni frente polar, ni monzón ni nada de nada. De hecho las precipitaciones suelen ser muy inferiores a los 100 mm año.
Una peculiaridad de este desierto es la gran superficie de el que está ocupada por dunas móviles, hasta un 85 % del mismo, siendo de esta forma el segundo más grande en cuanto a este tipo de dunas se refiere, tan solo por detrás del desierto Arábigo. Además es de reseñar que estas dunas pueden llegar a tener más de 200 metros de altura.
Y todavía más peculiar es que, a pesar de toda esta sequedad, la zona está vertebrada por un río, el Tarim, con una longitud de 2030 km y una cuenca endorreica* cuya superficie abarca unos quinientos mil kilómetros cuadrados. Río este que se alimenta de la nieve y el hielo que se funden en las altas cordilleras circundantes y que no desemboca. Sí, el río Tarím no desemboca. Nunca lo hizo en ningún mar pues sus aguas antaño llegaban tímidamente a Lop Nor, un ex lago salado que hoy ya no existe como tal, y donde hoy tan solo podemos encontrar una llanura recubierta de sal. Lop Nor contaba en 1928 con 3100 kilómetros cuadrados de agua, pero el uso intensivo del agua que fluye por los ríos que en el desembocaban (Tarim, Qarqan y Konqi) ha propiciado el estado actual del lugar.
*Nota: En geografía, una cuenca endorreica es un área en la que el agua no tiene salida fluvial hacia el océano.
La historia de Lop Nor no acaba aquí, pues aunque un lugar tan remoto resulta ser de vital importancia para el gobierno chino, ya que es un lugar habitual de pruebas atómicas. Además desde los años ’90 se sabe que estas tierras son ricas en potasa (hidróxido sódico), un ingrediente básico para la fabricación de fertilizantes, construyéndose a raíz de ello una de las plantas de producción de sulfato potásico más grandes del mundo, la cual según la compañía ChemChina y The China BlueStar Changsha Design and Research Institute tendría una capacidad de producir 1,2 millones de toneladas de sulfato potásico al año.
Esta zona no siempre fue un terreno tan desangelado y reacio a la vida, de hecho hace tiempo atrás se levantaba un próspero reino llamado Loulan, levantado en unas condiciones climáticas más benignas y que vivió todo su esplendor a merced de las caravanas de la ruta de la seda. Hoy ya solo queda una gran riqueza arqueológica, que muestra que la zona podía contar por aquel entonces con hospital, oficina de correos, escuela y gobierno centralizado, estando compuesta fundamentalmente por gentes de origen indo-europeo, puesto que la influencia china llegaría mucho después bajo la expansión de la dinastía Han. Se han encontrado momias que datan de 2000 años antes de Cristo años y se supone que el Loulan desapareció repentinamente bajo las arenas del desierto hacia el siglo IV, bajo el reinado de la dinastía Tang, dejando tan solo las ruinas de una esplendorosa historia.
Y hasta aquí este pequeño viaje a golpe de ratón, espero que haya sido de su agrado y que pretenda volver a viajar en esta, nuestra humilde página web.
Julián Chaves Naharro. Licenciado en Ciencias Ambientales en la Universidad de Valencia, Máster en Ingeniería hidráulica y medio ambiente por la Universidad Politécnica de Valencia y especializado en la gestión, restauración y conservación de cuencas hidrográficas, donde realizó una tesina sobre el cálculo de emisiones de gases de efecto invernadero en incendios forestales. Comenzó su actividad divulgadora con su blog personal “El Ambientoblog”. Deportista, agricultor, divulgador, montaña en vena, muy energético, algo subversivo y ciudadano del mundo.
Me gusta es concepto de montañear con google maps, yo a veces viajo en el tiempo por wikipedia 🙂 Sobre este sitio, no lo conocía, y me ha encantado leer sobre él. Un sitio tan grande como Alemania y del que nunca había oído hablar, ciudades esplendorosas enterradas bajo la arena y dunas de 200 metros. Increíble.