La ardilla de ULÛM no llegará tan lejos

Yo, que soy hombre de espacios abiertos, y que el aire de los campos y las montañas me fluye por las venas aún cuando estoy en el más desesperante de los atascos, yo, que gasto mis energías en mancharme de polvo y de barro proveniente de nuestras más puras e ibéricas montañas, yo, que tengo la oportunidad de admirar paisajes sorprendentes y fenómenos que ponen a máximo rendimiento mi curioso cerebro, yo, me encontré con una ardilla hace unos días. Bueno, ya sé que esto no es gran cosa y se las puede encontrar uno saltando por casi cualquier lado, pero es un hecho que me hizo pensar en esa historia que casi todos hemos escuchado, la de la ardilla que antaño cruzaba la Península desde Gibraltar hasta los Pirineos sin tocar suelo, y que habla con melancolía de una Iberia frondosa y verde, casi selvática y que nada tiene que ver con el secarral incandescente en el que son muchas de nuestras zonas. Esto debió ser hace mucho tiempo, tanto que se le atribuye tal descripción al geógrafo romano, Estrabón, pero lo cierto es que Estrabón no era geógrafo sino historiador y que no era romano sino griego, y además puede ser que nunca pusiese pie en la Península, siendo dicha frase popularizada por Félix Rodriguez de la Fuente en el primer capítulo de «El hombre y la Tierra».

Lo cierto es que por lo menos en los últimos cien años, y más en los últimos tiempos mediante la elaboración de inventarios forestales nacionales y los datos que aportan, lo que observamos es que la superficie arbolada no ha hecho más que crecer, en primer lugar gracias al petróleo (sí, al petróleo, estás leyendo bien) ya que gracias a su utilización ha menguado mucho la utilización de biomasa forestal para fines energéticos, y sobretodo al éxodo rural, pues la ausencia de gente lógicamente disminuye la utilización de los bienes y servicios que ofrece el monte y favorece su expansión.

Dicho esto, lo importante ahora sería conocer, más o menos, a dónde llegaría nuestra ardilla en nuestros tiempos, y para ello, nada mejor que un mapa que parte de los datos provistos por el citado inventario forestal español, concretamente en su tercera edición, realizado entre 1997 y 2007. Sí, ya se que ha llovido mucho, pero es lo más reciente que tenemos y ya no se le puede pedir mucho más a las nobles instituciones de nuestro Reino, pues al parecer han tenido problemas con algo de unos ladrillos y unos bancos…

En verde, la superficie arbolada según los datos del tercer inventario nacional español.
En verde, la superficie arbolada según los datos del tercer inventario nacional español (Pinchar para una correcta visualización, por favor)

Bien, la ardilla no llegaría muy lejos, y eso a pesar de que mirando el mapa aún podemos apreciar gran cantidad de verde, pero aún así tendría que bajarse de los árboles cada dos por tres, ya que se encontraría con zonas «blancas», correspondientes a cultivos, poblaciones, o superficies forestales de arbolado disperso o matorral. Según la ruta que planeara nuestra amiga ardilla podría cruzar España sin dejar de ver árboles en su campo de visión, pero no tendría más remedio que dar saltos a ras de suelo.

Para concluir solo quiero mostraros unos datos que ponen de manifiesto la realidad de España y sus montes, y podemos decir que ni es una selva tropical y ni mucho menos un yermo páramo, digamos que es un territorio bastante variado, donde casi siempre hay humanos cerca y que todavía hoy, estando cercanos al apocalipsis medioambiental (mitad ironía, mitad verdad), puede presumir de ser uno de los países de Europa con mayor porcentaje de superficie forestal, exactamente y según fuentes de la FAO somos los terceros en valores absolutos tras Suecia y Finlandia, y es que las dieciocho millones de hectáreas de bosque con las que cuenta nuestro país suponen ocupar el 36% del territorio. Si contamos la superficie forestal total, obtenemos que este uso ocupa en España nada más y nada menos que el 46% del territorio, y esto me hace suponer que los «guiris» vienen aquí buscando justamente eso, y es que en Reino Unido los bosques solo suponen el 12 % del territorio.

Evolución de la superficie arbolada tras los tres inventarios forestales
Evolución de la superficie arbolada tras los tres inventarios forestales
Evolución de la superficie total forestal tras los inventarios realizados hasta la fecha
Evolución de la superficie total forestal tras los inventarios realizados hasta la fecha

 

La ardilla de ULÛM no llegará tan lejos comentarios en «4»

  1. El problema es que ese aumento de la masa forestal se ha producido a base a especies invasoras (como el eucalipto y otras) a costa de disminuir las autoctonas, resultado: un empobrecimiento general de los ecosistemas y de la calidad de la materia organica en el suelo.

  2. Es cierto que en España existe una gran cantidad de hectáreas de eucalipto, plantados sobretodo durante el siglo pasado con fines productivos (industria papelera)y con mucha polémica por su difícil encaje en nuestros ecosistemas, pero no es cierto que este aumento de biomasa se deba fundamentalmente a estas plantaciones, primero por que estas se sitúan fundamentalmente en la fachada atlántica de España, sobretodo en Huelva y en Galicia, y luego por que el aumento de biomasa por repoblación (España ha sido uno de los países que más ha replantado) se ha realizado fundamentalmente en el resto de España con pinos (que sí son nativos), y además no constituye el único vector de aumento de masa forestal (el abandono rural es muy significativo). Por último, unos datos para poner en orden las cosas, como digo en el post, España cuenta con 18.600.000 hectáreas de superficie arbolada, de ellas 1.900.00 provienen de plantaciones (10.88 %), de las cuales 564.000 hectáreas corresponden a eucaliptos (3%), y como vemos en el primer gráfico el aumento de superficie arbolada desde 1996 está entorno a las 4.000.000 de hectáreas, y unas 6 si contamos desde el primer inventario.

    Un saludo y muchas gracias por el comentario

  3. Curioso, cuando parece que los bosques no hacen más que disminuir, con datos en la mano nos encontramos que la superficie forestal aumenta. ¡¡¡Curioso que sea gracias al petróleo!!!

    A la ardilla le queda la opción del parapente, o del aladelta… nuevas experiencias!

    Un saludo!!

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