En volandas por el Estrecho

Texto escrito por Julián Chaves Naharro

Bóreas, Noto, Céfiro, Euro, y también Cecias, Apeliotes, Coro y Libis, todos ellos griegos y dignos del sacrificio de un cordero en su nombre, para algunos el cordero sería negro, para otros sería blanco, en función de si sus actos divinos generaban bienestar o ruina sobre los griegos de a pie. La aparición de cada uno de estos dioses era caprichosa a ojos de aquellas gentes ya que cada uno traía consigo efectos bien diferentes, bien fuertes tormentas o bien sequías, bien soles justicieros o bien severas heladas, y es que cada uno de estos dioses se asociaba a un viento con una distinta procedencia, los cuatro primeros a los puntos cardinales básicos, norte, sur, oeste y este, y los cuatro siguientes a las situaciones intermedias entre estos. A buen seguro, aquellos buenos ciudadanos que se hallaban sometidos a los designios de los todopoderosos comenzaron a darse cuenta de que las situaciones se iban repitiendo con cierta periodicidad a lo largo de los años, en lo que pudo ser el principio de la climatología moderna.

Aparte de estas anécdotas de tiempos lejanos, lo cierto es que el viento y el ser humano han estado estrechamente vinculados, desde la elección de los primeros asentamientos hasta la producción de energía eólica mediante aerogeneradores, además, el viento puede despeinarte, levantarte inapropiadamente la falda, acariciarte suavemente la cara con una brisa marina fresca y reconfortarte, puede ponerte rojas las orejas, puede hacer que llueva para después partirte en dos el paraguas, o puede que haga que no veas una gota caer en meses. Toda esta eólica introducción viene a raíz de haber pasado parte de mis vacaciones en el municipio gaditano de Tarifa, uno de los lugares más ventosos de España y un lugar mítico para surferos de medio mundo, siendo a partir de ahora también uno de mis lugares favoritos.

Desde la duna de la playa de Bolinia, en Tarifa (Cádiz), formada por la insistencia del viento de levante que arrastra los materiales hasta esta zona.
Desde la duna de la playa de Bolonia, en Tarifa (Cádiz), formada por la insistencia del viento de levante que arrastra los materiales hasta esta zona. Ese día soplaba viento de levante

En este lugar los vientos promedio superan todos los meses los 20 km/h, y durante todos ellos se alcanzan velocidades máximas superiores a los 70 km/h y suelen alcanzar con facilidad los 90 o 100 km/h, habiéndose registrado la racha máxima en la zona durante el día 18 de diciembre de 1988 con unos nada despreciables 166 km/h, pero que aún así se quedan lejos de la máxima española, nada menos que 248 km/h, y que fue registrada el 28 de diciembre en el observatorio de Izaña (Tenerife), la cual a su vez es una chiquillada ante la mayor racha registrada sobre la faz de la Tierra y que asciende a los 408 km/h que se dieron en la Isla de Barrow (Australia) durante el paso del ciclón tropical Olivia allá por el 10 de diciembre de 1996. Desde luego ahora no parece mucho el viento reinante en Tarifa, pero es que lo importante de este enclave no son sus rachas máximas, son la persistencia de los vientos moderados y fuertes sobre la zona y que básicamente tienen dos direcciones principales, levante (viento del este) y poniente (del oeste), aunque este último no es tan “puro” como el primero y puede venir con la misma facilidad del noroeste como del suroeste, dependiendo de la situación atmosférica reinante en ese momento.

Estadísticas del viento en Tarifa. Un kts (o nudo) equivale a 1.85 km/ha. La escala Beaufort relaciona la velocidad del viento con el estado del mar, y digamos que a partir de la escala 4 la situación comienza a ser peliaguda
Estadísticas del viento en Tarifa. Un kts (o nudo) equivale a 1.85 km/ha. La escala Beaufort relaciona la velocidad del viento con el estado del mar, y digamos que a partir de la escala 4 la situación comienza a ser peliaguda
Distribución anual de los vientos en Tarifa. Se pone de manifiesto la importancia de los vientos con componente este y oeste
Distribución anual de los vientos en Tarifa. Se pone de manifiesto la importancia de los vientos con componente este y oeste

 

Los vientos de levante son más frecuentes, intensos y persistentes que los vientos de poniente y se suelen producir con mayor recurrencia en la primavera y en verano, suelen ser cálidos y húmedos, aportando nubes a la costa y lluvías escasas por estancamiento, generado fundamentalmente por el surgimiento de bajas presiones de origen térmico al sur del Estrecho o sobre la Península Ibérica, formadas debido al intenso calentamiento de la superficie terrestre que se da en estas zonas durante dicha época del año, también se inducen los temporales de levante cuando una borrasca se sitúa sobre el Golfo de Cádiz y el anticiclón se mantiene al norte de la Península. Si bien, las situaciones sinópticas que influyen sobre los vientos de levante en el Estrecho pueden ser muy variadas, las anteriormente citadas son bastante representativas por su persistencia y fortaleza. Por su parte, los vientos de poniente son más importantes en los meses invernales y entre las múltiples combinaciones posibles destacan aquellas situaciones en las que sendos frentes cruzan la Península de oeste a este, aumentando así la importancia de los ponientes en el cómputo global anual, suelen traer días claros y amainar hacia la puesta del Sol debido a su origen térmico (diferencia de temperatura entre el mar y la tierra), siendo por tanto menos persistentes e intensos que los vientos de levante, exceptuando por supuesto esas situaciones de paso de frentes. A excepción de algunos meses de otoño e invierno, lo habitual es que la máxima racha mensual se alcance con viento de levante, existiendo además una probabilidad del 75 % de que este viento dure más de 3 días, y al menos un 50% de que dure hasta 7 días, pudiendo en ocasiones persistir durante varias semanas.

Esquema que representa el giro de ciclones y anticiclones en el hemisferio norte www.mirandoalcielo.com
Esquema que representa el giro de ciclones y anticiclones en el hemisferio norte www.mirandoalcielo.com

 

Borrasca al suoeste con frente asociado, situación que genera habitualmente fuertes temporales de levante
Borrasca al suoeste con frente asociado, situación que genera habitualmente fuertes temporales de levante
Baja térmica situada al sur del Estrecho, típica del verano y que genera vientos de levante
Baja térmica situada al sur del Estrecho, típica del verano y que genera vientos de levante
Anticiclón atlántico situado al suroeste que induce vientos de poniente
Anticiclón atlántico situado al suroeste que induce vientos de poniente

Otro aspecto característico del Estrecho es la abundancia de nieblas y días en los que la visibilidad se ve reducida con cierta importancia, hasta un total de 160 días al año en los que la visibilidad es inferior a 10 kilómetros, fenómenos que además tienen su mayor incidencia en la época estival dándose con especial relevancia en aquellos días donde predominan las situaciones atmosféricas que facilitan los vientos de levante.

La configuración E corresponde a aquellas distribuciones sinópticas que inducen vientos del este. El 40% de los días de niebla poseen este tipo de situaciones
La configuración E corresponde a aquellas distribuciones sinópticas que inducen vientos del este. El 40% de los días de niebla poseen este tipo de situaciones

La fuerza del viento y su persistencia, especialmente la de los vientos de levante, se deben fundamentalmente a la posición geográfica del Estrecho y la orografía circundante, compuesta por cadenas montañosas de importancia a ambos lados del mar durante muchos kilómetros que canalizan los flujos de aire hacia un pequeño el pequeñísimo desagüe que constituye el Estrecho de Gibraltar, y que tiene su segmento más corto precisamente frente a la costa de Tarifa. Esta configuración genera procesos similares al efecto Venturi, que se deriva del principio de Bernouilli, donde al encontrarnos un fluido dentro de un tubería con una altura geométrica igual y un estrechamiento en una sección del tubo la velocidad se verá aumentada en dicho punto, disminuyendo entonces la presión en el estrechamiento para así poder cumplir con la ley de la conservación de la energía. Este funcionamiento es similar al de los carburadores en los motores de explosión.

En el punto A las lineas de flujo se juntan indicando que la velocidad aumenta y a su vez la altura (h), indicadora de la presión disminuye simultáneamente a ese aumento de velocidad
En el punto A2 las lineas de flujo se juntan indicando que la velocidad aumenta y a su vez h disminuye indicando que la presión del fluido a descendido justo en ese punto, favoreciendo así la succión del fluido.
Al norte las Cordilleras Béticas presentan multitud de cumbres que superan los 1500metros, llegando a superar los 3000 metros en Sierra Nevada. Al sur los montes del Rif rondan en multitud de lugares los 2000 metros. Todo ello a escasos kilómetros del mar y sobre una longitud superior a los 500 kilómetros de longitud a ambas partes del mar en lo que se conoce geológicamente como Arco de Gibraltar
Al norte las Cordilleras Béticas presentan multitud de cumbres que superan los 1500 metros, llegando a superar los 3000 metros en Sierra Nevada. Al sur los montes del Rif rondan en multitud de lugares los 2000 metros. Todo ello a escasos kilómetros del mar y sobre una longitud superior a los 500 kilómetros  a ambas partes del Mediterráneo en lo que se conoce geológicamente como Arco de Gibraltar.

Con los vientos de poniente, este efecto se ve algo reducido al existir un menor efecto embudo cuando el viento viene desde el Atlántico, pues la orografía que ya hemos dicho que juega un papel fundamental, es mucho menos abrupta desde esta zona y además la separación de las costas es mucho mayor. De todos modos, el viento venga de donde venga siempre es más intenso en Tarifa que en Cádiz o en el Mar de Alborán, y suele causar múltiples problemas en las comunicaciones con África y en la flota pesquera, pero a su vez es una fuente de oportunidades en cuanto al turismo, pues ese viento molesto quizás sea el responsable de que la zona no esté masificada y siga casi virginal y además es el culpable de que deportes como el surf tengan allí una gran zona de referencia. Por supuesto con tanto viento, la generación eólica de la zona es bastante significativa y su potencialidad todavía mayor.

Zonas de mayor recurso eólico. Dichas zonas están coloreadas siempre y cuando la velocidad media anual a 80 metros sea superior a los 6 metros por segundo, considerándose las zonas en blanco no aprovechables eólicamente. Podéis observar el enorme potencial de la zona del Estrecho.
Zonas de mayor recurso eólico. Dichas zonas están coloreadas siempre y cuando la velocidad media anual a 80 metros sea superior a los 6 metros por segundo, considerándose las zonas en blanco no aprovechables eólicamente. Podéis observar el enorme potencial de la zona del Estrecho. Fte: Atlas eólico del Ministerio de industria, energía y turismo.

Desde luego el viento es parte de Tarifa y los tarifeños, y ellos han sabido sacar de una aparente desventaja una virtud, y aunque se dice que cuando el levante arrecia y persiste la gente anda de mal humor y a punto de necesitar un psicólogo, la verdad es que al final sacan siempre su gracejo a relucir, y cuando se dice aquel eslogan de “Tarifa, paraíso entre dos mares”, ellos contestan, “sí, la mare que parió al levante y la mare que parió al poniente”.

Desde el puerto de Tarifa un día con viento de poniente. Al fondo, la costa marroquí a unos escasos 12 kilómetros.
Desde el puerto de Tarifa un día con viento de poniente. Al fondo, la costa marroquí a unos escasos 12 kilómetros.

 

Fuentes:  – Caracterización del régimen de vientos y desarrollo de un modelo de predicción eólica a escala local en el Estrecho de                             Gibraltar. Ana Elvira Zurita. Universidad Complutense de Madrid. 2002

– La situación de «levante» en el Estrecho. Julián Alonso Fernandez

– Tarifa y el viento de levante. Andrés Román Lozano. Climatología. Aljaranda 68 (2008). 28-30

-Aproximación al pronóstico de nieblas en el Estrecho de Gibraltar. M.Patricio López Cardona, Alfredo Izquierdo González. OMD de la Base Naval de Rota, Departamento de física aplicada de la Universidad de Cádiz. 

http://atlaseolico.idae.es/

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